El Real Zaragoza logró ayer su primera victoria de la pretemporada gracias a un solitario gol de Ortuño en los instantes finales. El delantero aprovechó un error en el despeje de Dmitrovic y vengó de esta forma a su compañero Pedro, que al filo del descanso vio cómo el guardameta del Alcorcón le paraba un penalti. El conjunto madrileño también tuvo sus ocasiones, pero ni Mayor ni David Rodríguez estuvieron acertados ante Alcolea.
El Real Zaragoza salió dispuesto a dar una mejor imagen que en los anteriores encuentros y por momentos lo consiguió, en especial cuando combinaban Pedro, Aria y Ángel. Los tres fueron los protagonistas de la primera ocasión del choque a los cuatro minutos: Pedro envió en largo a Aria, éste puso un buen centro, Ángel rozó con la cabeza y el propio Pedro, bastante forzado y desde el suelo, remató fuera.
El Alcorcón reaccionó pronto y un buen pase entre líneas de Plano no lo supo aprovechar Mayor, que estrelló el balón en Alcolea. Unos minutos más tarde, Pastrana, el mejor del Alcorcón en el día de ayer, rozó el palo en un buen lanzamiento de falta. Tras diez minutos en los que bajó el ritmo del encuentro, el Zaragoza volvió a la carga con un disparo raso de Ángel y un remate de cabeza de Cabrera que se encontraron con Dmitrovic. Entre medias, David Rodríguez remató alto de cabeza cuando tenía todo a su favor para inaugurar el marcador.
Cuando faltaban menos de cinco minutos para llegar al descanso, Bellvís cometió un absurdo penalti sobre Pedro, que asumió la responsabilidad de tirarlo y vio cómo Dmitrovic, auténtico protagonista del partido, le adivinaba la intención y detenía el lanzamiento.
Tras la reanudación, el Alcorcón pasó a dominar el partido y David Rodríguez volvió a perdonar tras un gran control con el pecho. El Zaragoza lo intentaba a la contra y Ortuño tardó demasiado en pasarle a Ángel cuando éste se encontraba solo en el punto de penalti. El delantero canario siempre buscó la espalda de la defensa para aprovechar los buenos pases de Pedro, Aria, que una y otra vez tocó al primer toque, y... Dmitrovic. El guardameta del Alcorcón le regaló a Ángel dos ocasiones en dos malos saques de puerta que no fueron gol gracias a su defensa, que ya nada pudo hacer en el tercer error de su portero.