River se coronó como campeón de la Copa Libertadores derrotando por 3 a 0 a Tigres en una final épica. Con goles de Alario, Carlos Sánchez, y Funes Mori, el equipo de Marcelo Gallardo alzó la tercera Copa Libertadores de su história. Y su equipo se inmortalizó en la história como aquellos gladiadores que supieron conseguirla en el 86´,de la mano dle Bambino Veira, y en el 96´ con Ramón Diaz. Lo soñaron los sesenta mil hinchas que se hicieron presentes en el Monumental, y los miles que tuvieron que conformarse con verlo desde su casa. Abuelos, padres e hijos, que conocieron de noches épicas en el Monumental, lloraron bajo una copiosa lluvía, que le dio un marco por momentos drámatico al partido, pero que el equipo rojiblanco supo controlar con el peso de su historia y de su fútbol.
Si de algo sabe Gallardo es de épica. Y de personalidad. Y no es casualidad que de su mano, le haya devuelto a River la mística de equipo ¨Copero¨. Y se haya convertido esta noche en el primer entrenador en la história en ganar una Copa Libertadores como jugador y como entrenador.
River saltó al campo de juego dispuesto a dueñarse del partido, y tuvo al ídolo Cavenaghi muy concentrado, y buscando imponer su jerarquía desde el primer minuto, cuando tuvo un disparo cruzado que se alejó apenas desviado del segundo palo del arquero Guzmán. Los millonarios ejercian la presión alta, y jugaban abiertos por las bandas para encontrar los espacios en el área de Tigres. Solo una pifia de Funes Mori, provocó que el delantero de Tigres, Gignac, le quedara la pelota frontal para rematar. Pero un cruce a tiempo de Kraneviter impidió que el atacante de Tigres ejecutara el disparo al arco de Barovero.
Hasta el cuarto de hora del partido, Tigres había mostrado más vocación por defenderse que por atacar. El delantero francés se movía entre los centrales de River, Funes Mori y Mayada sin que la pelota le llegara con claridad. Y las subidas en velocidad de Damm eran bien controladas por Mayada.
Pero transcurrido ese período, el equipo mexicano se sobrepuso, y recuperó protagonismo aprovechando los disparos cruzados a Damm y Aquino, para generar los espacios en la defensa de River. Sobis se adueñó de la pelota y comenzó a marcar los tiempos por el sector derecho. Jugaba con comodidad a las espaldas de los mediocampistas de River, y ponía el pase en profundidad.
La movilidad de Aquino por izquierda le generó más de un dolor de cabeza a Vangioni. Y cuando Maidana y Funes Mori se sumaban para taparle los espacios, dejaban demasiados espacios libres en el área de River. También provocó que Bertolo tuviera más responsabilidades en sumarse a los relevos que en generar juego para su equipo.
El equipo de Gallardo había cedido el protagonismo durante esos minutos, pero Tigres no encontraba la claridad para disparar contra el arco de Barovero. Y sin perder la paciencia, River buscó rearmarse, y se acomodó para volver a presionar en el área rival. Con Ponzio y Sanchez controlando el mediocampo, River volvía a atacar buscando por los laterales. Le costó encontrar espacios en la defensa de Tigres que retrocedía en bloque y se convertía rapidamente en un embudo infranqueable para el equipo aregentino.
Para recuperar la pelota, Cavenaghi se vio obligado a retroceder para recibir, pivotear, y darle juego a su equipo. Y su movilidad le permitió generar dos faltas a su equipo, que terminaron en tiro libre. El equipo de Gallardo quería irse al complemento con la victoria. Y buscó de cabeza romper el cerrojo de Tigres, sin éxito aunque inquietando al equipo mexicano en cada intervención. Pero tanto insitió River, con la convicción de que esta tenía que ser su fiesta, que apareció Vangioni para meter el pase en profundidad para Alario, que entraba a la carrera solo y metió una vaselina a lo Franccescolli para el gol, y convertirse en el heroe de la noche.
No por nada lo llaman el ¨delantero de los goles importantes¨. Desde que se vistió con la camiseta de River, en el mes de julio. Le marcó un gol a Guaraní en el partido de ida en Paraguay, que le aseguró a los millonarios la victoria, y medio pasaporte para la final de la Copa Libertadores. Y volvió a vestirse de heroe nada más ni nada menos que en la deseada final.
En la segunda parte, un Tigres obligado a buscar el gol del empate, se vio obligado a a adelantar sus líneas. Pero con espacios, y con la tranquilidad de la victoria, River controlaba mejor el partido, y inquietraba más con acciones de peligro. Por una patada de Aquino de atrás sobre Carlos Sanchez, el árbitro Dario Ubriaco sancionó penal. Y Sanchez marcó el segundo gol para la victoria de River.
Nada que hacer para el equipo de Ferreti, que a partir de entonces vivió la pesadilla de un River que lo apabulló, dentro del campo, mientras en las tribunas se celebraba la victoria. Y se cantaba ¨Que de la mano, de Gallardo, todos la vuelta vamos a dar¨. Y los canticos contra el eterno rival. De un córner, llegó el tercer gol, que primero tuvo un pique en el área, para que pudiera conectar la cabeza de Funes Mori.
El "Dale campeón, dale campeón" fue solo el preludio de una fiesta que para los Millonarios será interminable.
River, es el nuevo campeón de América.