Fiesta total en el Monumental de River Plate. Algarabía de principio a fin que permitió a los hinchas sumar una nueva alegría en su amplia historia futbolística: River es el nuevo campeón de la Copa Libertadores.
Y lo logró con una amplia victoria, impensada quizás, pues venció por 3-0 a Tigres de México, escuadra que nunca bajó los brazos, pero que no pudo cortar la mala racha del fútbol azteca que ya suma tres finales continentales perdidas.
Los locales aprovecharon la superioridad futbolística que exhibieron durante todo el cotejo, y lograron la apertura de la cuenta a través de Alario (44'), cuando ya todos pensaban que se iban al descanso con igualdad sin goles.
Los aztecas trataron de equilibrar el marcador en el complemento, especialmente a través de los arranques desde la derecha de Damm, pero sus intentos no fueron aprovechados por Sobis y Gignac.
Peor aún, fueron los argentinos los que aprovecharon mejor las ocasiones. Por eso no extrañó que Sánchez, a los 75', colocara el 2-0 mediante lanzamiento penal.
La fiesta no terminó ahí. Cuatro minutos después Funes Mori sentenció el marcador definitivo a través de un preciso cabezazo, que desató la alegría total de los hinchas locales.
De esta forma, y con goleada mediante, River Plate obtuvo la tercera corona de la Libertadores en su historia, tras las obtenidas en 1986 y 1996.
Tigres, en tanto, se suma a la mala racha azteca sin ganar la final de Copa, algo que ya habían sufrido Cruz Azul y Chivas