Los Chicago Bulls quieren más. La llegada de Fred Hoiberg al banquillo da frescura a una plantilla que no ha cambiado demasiado respecto a la de la temporada pasada (Bobby Portis y poco más), pero que, si consiguen mantenerse sanos, deberían estar arriba en el Este para pelear por cosas importantes. Y eso es exactamente lo que quiere Joakim Noah, compañero de Pau Gasol en la pintura de los de Illinois.
El pívot francés, muy mermado por las lesiones el curso pasado, está deseando que los árbitros lancen el primer balón al aire para volver a ayudar a su equipo a ganar partidos. Sus números bajaron drásticamente en la 2014-15 (en gran parte debido a molestias, lesiones, etc.) y Noah quiere volver a ser el que era: el mejor defensor de la NBA (2014), un gran pasador y un excelente jugador de equipo.
"El año pasado fue una lección de humildad. Me siento más hambriento que nunca y preparado para demostrar que puedo ayudar a este equipo a ganar de verdad", dijo el center en unas declaraciones recogidas por K. C. Johnson, del Chicago Tribune.
Los Bulls, que cayeron en la segunda ronda de los Playoffs contra los Cavaliers de LeBron James (4-2), buscarán resarcirse el próximo curso y el cambio podría empezar por Noah; aunque, como siempre, la salud será la clave.