Fermín Cacho, campeón olímpico de 1.500 metros, entre otras muchas hazañas que ya no están al alcance de los milleros actuales, se siente abatido porque sólo un atleta, David Bustos, haya conseguido marca mínima para los Mundiales de Pekín. Un salto atrás formidable. “¿Que cómo veo lo que está pasando, las malas marcas que se hacen? Pues lo veo muy negro, con muchas sombras. Cuando vi a seis atletas correr en Mónaco por debajo de 3:30, eché en falta entre ellos a algún español. No están y nos las vemos y deseamos para correr en menos de 3:36 cuando en tiempos éramos varios por debajo de esa marca”. “Y siempre íbamos tres a las grandes competiciones”, dice.
Fermín (dos medallas olímpicas, dos mundialistas y dos europeas) desgrana nombres: Reyes Estévez, Isaac Viciosa, Juan Antonio Redolat, Andrés Díaz, José Luis González y José Manuel Abascal.
Atletas de alta calidad, sin problemas para hacer mínimas. La dificultad estaba en ganarse el puesto en la Selección, nada menos y nada más. “En Sevilla 1999 fuimos tercero, cuarto y quinto en la carrera más rápida de la historia. ¿Y ahora? No llegamos ni a la final”.
Sin españoles. “Este año se está corriendo mucho internacionalmente. Hace tiempo que no se hacían tan buenas marcas medias, pero entre los mejores no hay no hay ningún español. Hasta ahora la única mínima la tiene David Bustos y no sé si la va a hacer algún otro atleta. Mechaal es bueno, pero debe centrarse en una prueba y no en doblar. Me gusta, pero el otro día no supieron correr contra él. Es rápido. Yo hubiera intentado darle un palo desde el primer momento. Y me gustan Carlos Alonso y Marc Alcalá. Y hay otros atletas jóvenes muy buenos. Hay que darles apoyo”.
Recuerda su récord europeo de 3:28:95 en Zúrich 1997. “¡Es que ahora hay siete segundos de diferencia! Y no es sólo ese 3:28... es que corríamos habitualmente en 3:32. Con eso estábamos en las finales, pero ¿cómo vas a llegar a una final con 3:35 de mejor marca?”.