El monarca mexicano Gilberto Ramírez tuvo una noche redonda en Corpus Christi. No sólo retuvo la corona mundial supermedia de la Organización Mundial de Boxeo, también mantuvo su invicto y de paso rompió una racha de tres años sin nocaut.
Ante el ghanés Habib Ahmed, número cuatro en las clasificaciones mundiales, Ramírez logró desplegar todo su arsenal. Haciendo uso de su ventaja en alcance y estatura aprovechó para moler round a round al africano, quien aunque demostró corazón no pudo recuperarse y terminó su sueño viendo cómo el réferi paraba la pelea a los 2:31 minutos del sexto asalto.
Ahmed empezó con buen impulso, peleando a media y corta distancia, pero conforme empezó a sentir el golpeo aumentó la defensa y bajó la ofensiva hasta terminar sólo protegiéndose - sin mucho éxito - de los embates del sinaloense de 26 años.
"Esta pelea era muy importante. Entrenamos para el nocaut y lo logramos. Lo logré porque no temí, porque fui para adelante y pegando al cuerpo. A mí me gustaría pelear contra cualquier campeón, quiero una unificación. Estoy listo para quien sea, para mantener mi título. Quiero ser el mejor libra por libra", dijo el peleador mexicano, quien puso una de sus metas en cerrar un duelo ante el ganador del torneo de World Boxing Super Series, en la categoría de los cruceros.
Con este triunfo, El Zurdo Ramírez mejoró su foja a 37-0 con 25 nocauts; mientras que el Huracán Ahmed perdió la calidad de invicto que mantenía desde su debut en 2011.
Ancajas noqueó en debut.
El peleador filipino Jerwin Ancajas cumplió en su debut y despachó en 10 rounds al peleador mexicano Israel González en la pelea preestelar de la noche.
Ancajas, quien maneja un estilo muy parecido al de Manny Pacquiao, uso la velocidad y destreza para mandar al mexicano en tres ocasiones al ring. La primera caída se registró en el primer episodio, del que el capitalino se incorporó para seguir con la contienda y hacer las adaptaciones necesarias. Las últimas dos se dieron en el último episodio de la contienda, sin nada más por hacer.
González mostró mucho orgullo y motivación por mantener la pelea en movimiento y a pesar de la primera caída se incorporó para seguir con la pelea. Con un boxeo sobre piernas y buscando el contragolpe, el tricolor pasó la gran parte de la pelea, sin poder encontrar al filipino.
El desenlace llegó en el décimo rollo, cuando Ancajas pegó de lleno un volado a la mandíbula que sentó a González en la lona y aunque se incorporó, una segunda caída -producto de la presión - obligó al réferi a detener el duelo a medio minuto de que concluyera el episodio.
Ancajas mejoró su foja a 29-1-1 con 20 nocauts; mientras que González sufrió su segundo descalabro.