A pesar de sus 45 años, el Big Show todavía siente que tiene mucho por mostrar dentro de la WWE. Y aunque el gigantesco luchador tenía planeado volver este año a los cuadriláteros, una complicada infección podría retirarlo de la lucha libre antes de lo pensado.
En una reciente entrevista con el programa Busted Open Radio, el Big Show explicó que se operó la cadera en un reconocido hospital de Nueva York. Pero pronto empezó a tener problemas que le impedirían volver a la WWE en los próximos meses.
"Me sometí a una cirugía de rejuvenecimiento de cadera en setiembre y todo salió bien. Pero a las tres semanas tuve fiebre. Descubrí que tenía una infección quirúrgica. Cuanto más descubro acerca de estos implantes metálicos, me doy cuenta que es bastante alto contraer una infección", explicó el Big Show, quien se lesionó luchando en la WWE ante Braun Strowman en setiembre de 2017.
"Tuvieron que volver a abrirme, sacar el implante y limpiarlo. Si la infección empeoraba tendría que haberme sometido a un reemplazo total de cadera, lo que habría terminado mi carrera. Pero le realizaron al implante una limpieza muy agresiva aquí en Florida", agregó el cuatro veces campeón mundial de WWE.
"Me pusieron una vía intravenosa desde mi brazo izquierdo hasta el corazón. Durante dos meses, caminé con una bolsa de suero. Era casi como tener un bebé pequeño en la casa, porque solo tenía tres o cuatro horas de sueño antes de tener que cambiar el medicamento. Me sacaron el catéter el 2 de enero y estaré en revisión por otros seis u ocho meses", finalizó el Big Show. Esperemos que tenga una pronta recuperación.