El nombre de Jon Jones se ha visto manchado por la mala vida. Dos doping positivos lo han alejado de la UFC al punto de ser prácticamente expulsado del ranking de peleadores. Pero parece que pronto podrá volver con la cabeza en alto.
Según su representante, a finales de febrero se conocerá el destino de 'Bones'. La apelación a la sanción de la USADA (Agencia Antidoping de los Estados Unidos) podría devolverle un lugar en el octágono.
"Tenemos una audiencia con la Comisión Atlética del Estado de California y esperamos que la investigación con la USADA concluya para entonces también. Me gustaría decir que hay un 95% de posibilidades que él pelee en 2018", señaló.
La defensa asegura que Jon Jones no quiso hacer trampa en el UFC 214, cuando recuperó el título de peso semipesado ante Daniel Cormier.
Jon Jones tuvo su primer desliz en el 2016, cuando se le encontraron restos de cocaína en la sangre.
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