Triple H y su equipo vienen realizando un gran trabajo con la marca NXT , terreno de desarrollo que le sirve a la WWE para brindar experiencia y promoción a sus nuevos talentos. Y varias superestrellas del show amarillo han sido promovidas en los últimos años al roster principal de la empresa.
Sin embargo, el hecho de brindar carteleras espectaculares para los fanáticos le viene costando caro a la WWE y su presidente Vince McMahon. Así lo explicó Jim Cornette, responsable de la parte creativa de la empresa Ohio Valley Wrestling, antiguo terreno de desarrollo que formó a estrellas como John Cena y Randy Orton.
"En 2016, NXT recaudó 7 millones de dólares en boletos y gastó 20 millones en costes. En 2017, obtuvo unos 6 millones de dólares en venta de boletos y 25 millones de dólares en gastos. Con todo, en 2016 perdieron 13 millones y en 2017 perdieron 19 millones", dijo Cornette, quien agregó que Ohio Valley era mucho más rentable para la WWE.
"No conozco los porcentajes exactos, pero les garantizo que no perdimos 32 millones de dólares. Ahí está la cosa, Ohio Valley Wrestling nunca ha perdido dinero desde que está operativa. Algunos años seguramente no recaudaría mucho dinero, pero en ese momento era la única compañía rentable a tiempo completo aparte de WWE", agregó.
Lo cierto es que una pérdida de 32 millones de dólares en apenas dos años no son una cifra menor. Y se especula que la WWE planea tomar medidas para regularizar estos números de cara a los próximos años.