En la antesala, el duelo entre Jeremy Stephens y Josh Emmett prometía ser uno de los mejores en la categoría peso pluma. Y al final, no decepcionó, ya que ambos peleadores intercambiaron golpes desde que sonó la campana en la estelar del UFC Orlando.
En el primero round del UFC Orlando, Emmett estuvo apunto de ganar, pues conectó certeros rectos, rodillazos y patadas. Inclusive, con un izquierdazo mandó a la lona a Stephens, pero este logró recuperarse y ponerse de pie.
Sin embargo, los papeles se intercambiarían en el segundo asalto, ya que Jeremy Stephens aprovechó la oportunidad para conectarle a Emmett un recto de izquierda y derribarlo. Ya en el suelo, su rival intentó incorporarse, pero recibió codazos y un rodillazo en la cabeza para volver a caer en la lona. Así, el árbitro decidió parar la contienda, dándole la victoria al popular Lil' Heaten en UFC.
Aunque en la repetición de la acción hubo cierto polémica por el golpe de rodilla, el cual para muchos es ilegal, Jeremy Stephens se defendió y aclaró que no es un peleador 'sucio'. "El árbitro indicó que cuando el rival tiene las dos manos en el suelo, no puedes conectarlo con la rodilla, pero Emmett estaba de rodillas y tenía una mano levantada, por lo que sí fue legal el golpe", dijo
(Getty Images)
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Con este resultado en Orlando, Jeremy Stephens acumuló tres victorias seguidas en UFC y ya se perfila como el próximo retador al título pluma de Max Holloway. "Ya es hora de que yo tenga una oportunidad por el cinturón", agregó.