"Creo que es muy clara la manera en que LeBron James y algunos otros jugadores de los Cavs no respetan a David Blatt", duras palabras de Brian Windhorst en SVP & Russillo, un periodista de ESPN que comenzó su carrera en Akron Beacon Jorurnal, periódico de la ciudad natal del jugador, y que tiene bastante relación con él y a su entorno.
"Nunca he visto una situación como esta entre estrella y el entrenador, no ciertamente tan duradera. Creo que algo hay que decir sobre el hecho de que Blatt se rinda totalmente a LeBron y le deje hacer lo que quiera mientras el técnico puede seguir con su trabajo", continúa Windhorst, que tiene una opinión muy concreta sobre lo que quiere LeBron: "Creo que, al final del día, le gusta la libertad. Le gusta tener Blatt simplemente merodeando por ahí, algo que no le sucedía con otros entrenadores en el pasado. No obstante, pienso que LeBron no tiene problemas en que el técnico sigue con él en el futuro. Si David Blatt está de acuerdo con los abusos del jugador estrella, como así parece, estará de vuelta para una nueva temporada. Creo que va a ser decisión de Blatt más que de nadie más en este momento".
Estas palabras han indignado a mucha gente de mundo del baloncesto EE UU, como Tom Penn, exejecutivo de los Blazers y analista también de ESPN, que critica al mismo tiempo a Blatt: "Todo jugador necesita la ayuda de un entrenador. LeBron no puede entrenar también. Y si como dice Windhorst, no respeta a su técnico, a lo mejor debería tener alguien al lado que le retara, que le ayudara a ser mejor y que entrenara y tomara decisiones estratégicas".
Mark Stein (ESPN), va más allá que sus compañeros de profesión y afirma que comprobó en primera persona las supuestas faltas de respeto de James hacia Blatt: "Le vi de muy cerca, desde el terreno pedir los tiempos muertos, hacer las sustituciones y gritar abiertamente a Blatt tras algunas decisiones que no le habían gustado. Incluso hablar con su asistente, Tyron Lue, a escondidas, para que Blatt no les oyera. Hubo una jugada concreta en la que James movió la cabeza en señal de protesta a gritos tras una jugada ordenada por Blatt en el tercer cuarto del quinto partido, con una violencia verbal más fuerte de lo que se pueda imaginar. Obligó a Blatt, delante de todo su equipo, a limpiar la pizarra y cambiar de estrategia".