El uso del clembuterol para potenciar el desempeño de los atletas es polémico debido a que este se puede ingerir en carne contaminada. Pero, ¿qué tan real es el hecho de que quienes han dado positivo a esta sustancia es por haber comido carne contaminada?
El clembuterol es un anabólico (sustancia que imita a la testosterona), es decir, que promueve el crecimiento muscular e inhibe la acumulación de grasa en el cuerpo. Es por ello que algunos atletas suelen abusar de su ingesta. Su uso es considerado como dopaje por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA por sus siglas en inglés).
A pesar de que la sustancia está prohibida para la industria cárnica en México, Estados Unidos y Europa, algunas ganaderías lo utilizan ilegalmente en la crianza de animales y puede transmitirse al humano cuando come carne contaminada.
Al margen de su uso en afecciones respiratorias, desde hace décadas se conocen las propiedades anabolizantes que propician su uso. En algunas disciplinas deportivas se usa para ayudar a conseguir una rápida pérdida de peso, ya que el clembuterol es un estimulante del sistema nervioso central que consigue elevar el metabolismo basal propiciando la quema de grasas. Además tiene propiedades que impiden la pérdida de tejido muscular magro, con lo cual su uso en etapas de definición es prácticamente obligado dentro del físico culturismo. No obstante, hay consumidores que son incapaces de completar el protocolo de uso, ya que los efectos secundarios inmediatos se manifiestan espectacularmente a algunos individuos (sudoración, temblores, presión arterial, dolores de cabeza, insomnio, etc). El clembuterol fue muy usado por los velocistas a finales de los años 80 pero en la actualidad prefieren usar otras sustancias menos detectables en el organismo.
Entre los casos más conocidos de dopaje por esta sustancia se encuentra la suspensión por dos años y el despojo del título de Campeón del Tour de Francia 2010, el ciclista español Alberto Contador. La polémica relacionada con el evento se llamó Caso Contador. Recordemos el caso de los 5 seleccionados del Tri que dieron positivos a esta sustancia y su argumento fue el haber comido carne contaminada. El reciente caso del boxeador Saúl Álvarez ha generado también muchas dudas y controversia.
A pesar de que la Secretaría de Salud afirma que el consumo de la carne en México es seguro, sí es posible que la carne que se expende en los rastros del país esté contaminada por clembuterol.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, las intoxicaciones se asocian principalmente al consumo de hígado de res y pueden producir palpitaciones, nerviosismo, temblores, temblores involuntarios de los dedos, dolor de cabeza, aumento de la transpiración, insomnio, posibles espasmos musculares y aumento de la presión sanguínea y náuseas.
De acuerdo con declaraciones de médicos especialistas, sí es posible presentar rastros de clembuterol posterior al consumo de carne contaminada con esta sustancia, lo que es aprovechado por algunos atletas como el “gran paro” en su defensa.
Más vale prevenir.
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