18/05/2024

Don Prudencio le dio la bendición de la suerte a Murillo

Viernes 19 de Junio del 2015

Don Prudencio le dio la bendición de la suerte a Murillo

El descubridor de Jeison Murillo habla de la evolución del defensor colombiano.

El descubridor de Jeison Murillo habla de la evolución del defensor colombiano.

Don Prudencio Viveros tiene las piernas delgadas. Sostiene que en otrora no era impedimento para jugar al fútbol profesional y que ‘el Maestro’ Jairo Arboleda hacía jugadas de poesía pese a tener las piernas livianas. Por esa misma fragilidad, Jeison Murillo estuvo advertido durante cuatro años con ser marginado del Deportivo Cali. “Le dábamos colada de bienestarina y él la botaba. Cuando lo veía, lo ponía a dar cinco vueltas a la cancha”, cuenta ‘Papa Pru’, como lo llama el número 22 de la Selección Colombia, autor del gol con el que la tricolor se impuso el pasado miércoles a Brasil, por la Copa América de Chile.

Don Prudencio está sentado en un sofá en la sala de su casa, tiene una incapacidad de ocho días… mientras intentaba subirse una sudadera del conjunto ‘azucarero’, se lastimó, con un cierre, una de sus venas. Así, quejumbroso, observó en el televisor de su habitación, el juego en el estadio Monumental de Santiago, el triunfo de Colombia sobre Brasil luego de 24 años, el gol de uno de los hijos que crió en la cancha del barrio Andrés Sanín. Murillo conserva su mesura y humildad. “Antes de irse a la Copa América, vino para que le diera la bendición, para que le fuera bien, me abrazó varias veces y pidió que le tomaran fotos conmigo”.

Tanto es el agradecimiento de Murillo hacia don Prudencio Viveros, que le dio un dinero para que terminara de hacer el techo en cemento de su casa, que se inundaba tras cada aguacero. Jeison, quiso que el viejo alto, negro, de pelo blanco y voz afónica lo acompañara en la Copa América, pero “a mí no me gusta viajar en avión. Lo hice en el 2004 con un equipo juvenil del Cali, fuimos a Italia, y también estuve presente en el Atanasio Girardot, en la final del Cali contra el Medellín, gracias a una invitación de los directivos del Cali. Me senté junto al papá de Andrés Roa y nos trataron muy mal en el estadio, nos faltaron al respeto en todo momento”.

Don Prudencio admite que siempre estuvieron escépticos de la evolución futbolística de Jeison Murillo. “Creímos que el que iba a llegar era el hermano menor, Junior, porque Jeison tenía las piernas muy flaquitas y era una lucha para que se tomara la colada, pero agarró masa muscular, gracias a las ayudas científicas del profesor Hernando Arias”.

Y añadió sobre la procedencia de las coladas: “El Cali me daban cinco bultos de bienestarina, una vez al mes, y 15 mil pesos para el taxi, pero yo salía a la avenida y me montaba en un bus urbano. Siempre los conductores me reclamaban y tenía que pagarles pasaje doble. Es que ganaba muy poco. El Cali tenía un convenio con la parroquia del barrio, y me pagaban 60 mil pesos mensuales, entonces, el padre Francisco pedía que del diezmo me completaran para el mercado, porque tenía nueve hijos”.

‘Don Pru’ jugó como volante de contención en las divisiones menores del Cali, Quindío y en el Boca Juniors caleño. “Tenía unos tubitos de piernas”, cuenta. Desde hace más de 24 años trabaja como coordinador y formador del satélite del Deportivo Cali en el barrio Andrés Sanín, de donde emergió Jeison Murillo.

“Quiero hacer un museo dedicado a los jugadores que han pasado por la cancha de Andrés Sanín… Jeison Murillo, Germán Mera, ‘Guigo’ Mafla, Donald Millán… y al ‘profe’ Américo Orbes (fallecido)”, anhela ‘don Pru’, mientras muestra una de las camisetas de la Selección Colombia que le regaló uno de sus ‘hijos’ preferidos: “Con mucho cariño para ‘Papa Pru’ de su hijo Jeison Murillo”.

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