El presidente de la Federación de Fútbol de Croacia (HNS), Davor Suker, pidió hoy disculpas por la aparición de una esvástica sobre el césped del estadio donde Croacia
e Italia se midieron el viernes.
"Estoy triste y disgustado por lo que ocurrió anoche. Vuelvo a instar a todas las instituciones del Estado a llevar a cabo una profunda investigación y a castigar a los responsables", dijo el ex futbolista en una rueda de prensa en la ciudad portuaria de Split.
Una esvástica, símbolo de la Alemania nazi, apareció en el césped del estadio Poljud de Split en el partido entre Croacia e Italia por la clasificación a la Eurocopa de Francia 2016.
El encuentro se disputó sin público por la sanción impuesta por la UEFA a Croacia por los gritos racistas de sus aficionados en un encuentro ante Noruega.
La gigantesca cruz habría sido grabada sobre el pasto con productos químicos y sólo era visible desde lo alto de las tribunas y con la luz de los focos.
La policía tomó muestras del campo después del encuentro, que terminó 1-1, e interrogó a los empleados de la compañía encargada del cuidado del césped, señaló el diario "Vecernji List".
La presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic, también condenó "enérgicamente" los hechos.
"Croacia tiene un problema muy serio con los 'hooligans' que pretenden desacreditar no sólo al fútbol croata, sino al Estado croata", señaló Grabar-Kitarovic en un comunicado, en el que exigió una exhaustiva investigación.
La prensa local especula ahora con las posibles sanciones a las que se enfrentará la selección. Algunos medios temen incluso que Croacia sea expulsada de la Eurocopa 2016 pese a que lidera su grupo en la clasificación.
Croacia pagó más de 500.000 euros (562.000 dólares) en los últimos diez años por frecuentes incidentes y está en una lista especial de seguimiento creada por la UEFA, señalaron medios.
La FIFA sancionó al veterano futbolista Josip Simunic sin poder jugar el Mundial de Brasil 2014 por instar al público a hacer el saludo nazi durante un partido.