Dentro de la fantástica clase rookie de receptores en 2014, se podría argumentar que Mike Evans fue el mejor. El de los Bucs rompió el récord histórico de su franquicia de más touchdowns marcados por un rookie, 12. Y a lo largo del año, nunca cesaron las comparaciones con Randy Moss. Algo que a Evans le sintió fenomenalmente: “La clase con la que jugaba Moss. Se divertía y yo intento imitarle en eso. Al igual que él, intento meterme un poco con él rival cuando marco, decir cosas...”.
Evans primero coincidió con Moss en Washington, antes de un partido en noviembre de 2014. El receptor de los Bucs fue el MVP del duelo, destrozando a los Redskins y convirtiéndose en el primer rookie desde Anquan Boldin en 2003 en sumar 200 yardas y dos touchdowns en un mismo partido.
Curiosamente, aquel día Evans también se convirtió en el primer rookie desde Moss (en 1998) en enlazar tres partidos seguidos con al menos 100 yardas y un touchdown por partido. Pero no fue únicamente eso lo que le llamó la atención al receptor leyenda de Vikings y Patriots.
La clave fue una de las celebraciones de touchdown de Evans: “Le hizo gracia ver que imité uno de sus clásicos gestos. Por aquel entonces, él trabajaba para Fox Sports y le dije que había visto un documental sobre él unos días antes del partido. Después, me empezó a seguir en Twitter y me escribió unos meses después ofreciéndome visitarle en Carolina del Norte. Y, por supuesto, no podría decir que no”.
El nombre de Randy Moss podrá entrar en el Salón de Fama a partir de 2018, y es algo totalmente inevitable. En sus 14 años en la NFL, marcó 156 touchdowns (sólo por detrás de Jerry Rice) y ningún receptor ha podido igualar su temporada récord de 23 touchdowns. Y Mike Evans dice que podría seguir jugando en la NFL actual: “Es tan explosivo como siempre. En algunos de los ejercicios, se me escapaba. Me contó historias de su pasado en la NFL, cosas de las que podré aprender mucho. Trabajar con él me está permitiendo alcanzar otros niveles”.