En seis meses de trabajo, Mauricio Soria ha revolucionado el fútbol boliviano y no solo por los resultados en la Copa América -un empate y un triunfo después de 18 años- que los tiene a las puertas de los cuartos de final: la revolución de Soria va por el método de trabajo, muy similar al de Jorge Sampaoli.
Soria, exportero de la selección boliviana que jugó ante Chile en las Eliminatorias a Japón Corea 2002, ha incorporado varios aspectos del juego que el técnico de la Roja impuso en Universidad de Chile y ahora en la selección chilena.
Agotar las instancias para salir jugando desde el arquero, el trabajo de Alejandro Chumacero y Danny Bejarano, muy similar al de Charles Aránguiz y Marcelo Díaz, respectivamente, el juego por las bandas formando sociedades, y el estricto trabajo táctico de los volantes más adelantados, son parte del repertorio de Bolivia, que tiene su fuerte en los tres que juegan en ataque.
Marcelo Moreno Martins, Ricardo Pedriel y sobre todo Martin Smedberg-Dalence, realizan un importante esfuerzo de marcaje con los laterales rivales. Ante México lo sufrió Flores y Aldrete, y ante Ecuador, Juan Carlos Paredes se encontró toda la tarde con su marca.
Pero el parecido también está fuera de la cancha. Soria cerró sus entrenamientos a la prensa y a los hinchas, utiliza sparring para enseñar movimientos y utiliza videos no solo para analizar al rival, sino que también para desmenuzar sus propios movimientos. De hecho, parte de su cuerpo técnico está enfocado en eso.