El Málaga se ha desprendido de tres de sus futbolistas bandera. Por talento, por proyección y por su condición de canteranos. Los tres son malagueños, de la casa, y se han pasado más de media vida en el club. Son pérdidas dolorosas a nivel sentimental y futbolístico. Pero la necesidad económica manda y el club ha vendido a Juanmi y a los dos Samus a cambio de 24 millones de euros. La afición se ha pronunciado de forma clara en contra de estas ventas y en los foros y redes sociales arrecian las críticas. Desde el club aseguran que no quedaba otra opción y que hay que asumir pagos de forma inmediata.
Según ha podido saber AS, la intención del Málaga es quitar un buen pellizco de deuda, abonar el primer plazo del fichaje de Nordin Amrabat (el Galatasaray insiste en intentar recuperar al jugador si no cobra pronto la mitad de los 3,5 millones) e impulsar el inicio de las obras de La Academia. La primera fase de la ciudad deportiva, cifrada en torno a cinco millones, iba a ser asumida con los réditos de la venta de los terrenos de El Viso. Pero mientras el Málaga concreta la venta de dicha parcela, los dirigentes pretenden utilizar una parte del dinero del traspaso de los tres canteranos para poner en marcha un proyecto que se ha convertido en una necesidad histórica y vital para el futuro de la entidad blanquiazul.
El Málaga ingresará cerca de 17 millones de los 24
Parte de la propiedad de los Samus pertenecía a fondos de inversión. En el caso del extremo zurdo de 20 años, el Málaga disponía del 45% del pase. La parte de propiedad que tenía sobre Samu García era mucho mayor. Así las cosas, y después de traspasar por 24 millones de euros a los tres malagueños que han formado la línea titular de mediapuntas de Javi Gracia esta pasada temporada, el club de Martiricos ingresará cerca de 17 millones. Una tremenda pérdida deportiva que reporta a las arcas de La Rosaleda una cantidad que debe servir para paliar notablemente la comprometida situación económica blanquiazul.