Aunque Charllotte Flair es considera una de las mejores luchadoras de la WWE, sus mejores peleas las ganó afuera del ring. Ella, por ejemplo, peleó por la igualdad de género y gracias a ello fue protagonista del primer combate de mujeres en la historia de la WWE en un evento de PPV (Pague Por Ver). Mientras que su enfrentamiento contra Ronda Rousey y Becky Lynch en WrestleMania 35 fue el primero de la rama femenina en ser el evento principal de un WrestleMania. En sus hombros recayó la responsabilidad de que, en este mundo de golpes, piruetas, y caídas, las mujeres sean miradas por igual. Y lo logró con creces.
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Por si fuera poco, tuvo en su papá, Ric Flair (un histórico peleador de esta disciplina), una mochila pesada de la cual no fue fácil desprenderse. Para ello tuvo que esforzarse el doble y los títulos que ganó ratifican que así fue: ganó el Campeonato Femenino de NXT en 2016, y se convirtió en la inaugural Campeona Femenina de WWE, entre otros premios. En su visita a Lima, como una de los personajes principales en la WWE Live Perú, la estadounidense atendió a El Comercio y nos contó lo que significó esta batalla por ganarse un lugar en un cuadrilátero repleto de rudeza y testosterona.
-¿Qué tan difícil ha sido que sobresalir en una WWE mayoritariamente copada por hombres?
Ante todo estoy feliz de estar aquí en Lima por segunda vez. Respecto al tema de la igualdad de sexos, yo diría que ha sido muy bueno lo que han hecho las mujeres en los últimos quince años. Es más, tanto han cambiado las cosas, que ahora nosotras somos parte principal de la WWE, y los hombres deben mejorar porque nosotras ya lo hicimos.
-¿Te sentiste minimizada alguna vez por ser mujer?
No he pasado una mala experiencia pero no solo se trata de eso. La cuestión es que antes la realidad era otra y el objetivo es nunca aceptar un no como respuesta. Queríamos ser parte de los eventos principales y no nos lo permitían, pedíamos tener un mayor desarrollo de personajes y también nos lo negaban. Todo el cambio se fue dando de a pocos y ahora todo es diferente.
Charlotte nació el 5 de abril de 1986 en Carolina del Norte. (Foto: César Campos)
-¿Cómo fue cargar con esa mochila pesada que significó tener como padre a Ric Flair, un histórico de la lucha libre?
Fue como tener una bendición. Eso sí, mi papá no me dio la antorcha, yo la tomé. Mi personaje ya no es más ser la hija de Ric Flair, ahora soy Charlotte Flair, me gané un nombre propio en la WWE.
-¿A qué te hubieras dedicado si no fuera luchadora?
Es una gran pregunta (risas). Creo que hubiera sido personal training o entrenadora de vóleibol.
En 2012, Charlotte comenzó a entrenar con WWE. (Foto: César Campos)
-¿Qué consejo les darías a las luchadoras peruanas que sueñan ser algún día como tú?
Lo primero que les diría es que estudien y tengan una carrera universitaria. Una vez ya teniendo eso, recién vayan a cumplir su sueño en lo que los apasiona. Y este mensaje no es solo para las mujeres, también va para los hombres.