España también sabe sufrir. Tras el cómodo triunfo ante Lituania, la Selección demostró que también tiene cabeza fría cuando el partido no le viene de cara, cuando sus titulares tienen problemas de faltas y las canastas no entran. Ndour firmó el mejor estreno de una española en los últimos 37 años, pero ante Eslovaquia su papel fue discreto. Discreto hasta que anotó una canasta dificilísima en el último minuto (78-77) y taponó en la siguiente jugada un tiple de Turbova que hubiera complicado el asunto para las de Mondelo. Alba Torrens, presumiendo de muñeca fina, se encargó de asegurar el segundo triunfo de la Selección —y el liderato del grupo D— con sus tiros libres. Veinte puntos en total y 10 de 10 desde la línea de 4,60.
España comenzó bien (6-0), pero su gran arranque duró poco. El primer triple de la tarde para Toliver le daba la primera ventaja a Eslovaquia (8-10). Sin Zirkova, agotada tras el esfuerzo inicial de los dos primeros partidos, Toliver estaba en racha. Problemas para España, que le dio la vuelta al marcador de la mano de Laura Gil (26-23), pero que estaba algo descolocada en el partido: en defensa, demasiados errores y en el ataque, la cosa no mejoraba. La base del Ekaterimburgo no fallaba ni desde la línea de tiros libres (7 de 7) ni más allá del 6,75 (3 de 3). Al descanso, con su equipo mandando en el marcador (34-39) ya llevaba 16 puntos.
Pero Toliver es como el Gudiana: aparece y desaparece en los partidos. En el tercer cuarto ni anotó, a pesar de que España seguía abusando de la defensa en zona. La que lo aprovechó ese llegar tarde a puntear todos los tiros fue Balintova, con ocho puntos consecutivos que devolvieron el +6 para Eslovaquia (46-51). Más problemas para España que se quedaba sin sus pívots titulares. Ndour cometía la cuarta y unos segundos después era Nicholls la que se marchaba al banquillo. Menos mal que Alba entró en el partido, la Selección cambió a individual y las Lauras (Gil y Herrera, que debutó con España en partido oficial) no defraudaron.
Anna Cruz también tenía claro cuál era el camino. Si los árbitros permiten poco contacto, para dentro. Con sus penetraciones forzó tiros libres que aumentaron una renta española que alcanzó los 8 puntos tras un tirito de Palau (69-61, min. 34). Trabajo hecho y a pensar en el anfitrión, pero no. Eslovaquia echaba el resto y metía en pista a Zirkova (41 puntos entre los dos primeros partidos), que cambiaba el panorama, de blanco a gris, para España. Más aún cuando Guadiana Toliver reaparecía para poner a las suyas uno arriba a falta de un minuto (76-77). 40 segundos en los que España fue mejor y tuvo las ideas más claras. Con Ndour dominando la pintura con esa canasta y Torrens sentenciando desde el tiro libre.