Guillermo Rigondeaux no debe estar pasándola bien. Una vez lanzó un reto abierto a cualquiera de los campeones súper gallo de las distintas organizaciones de boxeo porque nadie quería enfrentarlo. Chris Avalos fue uno de los retadores que al final se salió de la contienda, no quiso enfrentarlo.
Leo Santa Cruz no quiso pelear contra él porque su padre le recomendó no hacerlo, pues según su percepción era una pelea que nadie quería ver, aunque en realidad era una petición unificada en la opinión pública y especializada: Santa Cruz contra Rigondeaux era el único combate súper gallo atractivo, al menos en el continente americano, más que con Carl Frampton o Scott Quigg, pues ellos son casi desconocidos fuera de Reino Unido.
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Su promotor, Gary Hyde, puso millones en la mesa para que Leo aceptara y los desairó, incluso se cambió de división y obtuvo ahí un cinturón de peso pluma con el Consejo Mundial de Boxeo.
Alguna vez Rigondeaux dijo que sus cinturones se estaban empolvando en casa.
Y entonces, debido a su inactividad y la falta de pericia de sus promotores de conseguirle una pelea, hace unos días la Organización Mundial de Boxeo le quitó el cinturón que lo avalaba como campeón de peso súper gallo.
Pero la cosa no para ahí. Guillermo fue doble campeón, tenía el cinturón de peso súper gallo de la Asociación Mundial de Boxeo, mismo que tampoco ha defendido.
Guillermo Rigondeaux ahora es campeón en receso
Ante la situación con la OMB, la AMB debía tomar una resolución al respecto teniendo en cuenta que no puede detener la división por la razón que sea que el campeón no puede defender.
Entonces decidió que “Cuco” sigue siendo campeón, pero en receso.
La AMB decidió no ignorar que Rigondeaux tiene calidad de súper campeón en la asociación, que ha estado invicto y se convirtió en campeón en menos de 10 peleas, eso sumado a su nobel carrera olímpica.
De este modo, una vez que encuentre solución a sus problemas de sellar peleas, podría volver a pelear con el campeón que en ese momento se encuentre activo para reclamar lo que en el caso específico de Guillermo, jamás debió perder.