España juega ante Rusia con el primer puesto del grupo en juego. La cuenta es sencilla: si gana, será primera y se medirá a Montenegro en cuartos. El problema es que en el caso de pasar como líder el premio en semifinales para el único equipo que no habría perdido ningún partido en este Eurobasket podría ser Francia, a medio gas todo el campeonato pero una selección con kilos y centímetros en sus posiciones interiores. Un castigo. En cambio, si pierde, acabará segunda y el rival será Bielorrusia, pero evitaría a Dumerc y compañía hasta una hipotética final.
Rusia ya no es la de antaño, la que privó a España del oro en el Europeo de Italia y que se convirtió en la bestia negra de la Selección durante años. En 2013 tropezó en el torneo continental (no pasó a la segunda fase) y ha vivido una revolución desde entonces. Sólo quedan cinco jugadoras de aquel descalabro (Belyakova, Kuzina, Vieru, Sapova y Osipova) y de la nacionalizada Becky Hammon ha pasado a Epiphanny Prince.
España y Rusia se midieron en la preparación. Amistoso resuelto con triunfo para las de Mondelo (61-49) ante un rival que se guardó un as en la manga. Sí, Prince, que no tuvo minutos aquel día aunque ahora es la máxima anotadora del equipo ruso (13,2 puntos). Pero el nombre que hay que apuntar es otro. Recuérdenlo, porque dará mucho de qué hablar en un futuro próximo sino es ya mismo: Maria Vadeeva. Una pívot de 16 años —cumple 17 el próximo mes— que en el último partido de Rusia (ante Eslovaquia) acabó con 22 puntos y 7 rebotes.