Atlético y Oporto han llegado a un acuerdo para el traspaso de Jackson Martínez. El colombiano quiere vestir la rojilanca y desde el Manzanares están dispuestos a desembolsar lo que cuesta la cláusula del delantero. El montante del traspaso es de 35 millones de euros. Para abaratarlo ambos clubes han iniciado conversaciones, aunque finalmente sean operaciones diferentes. Alguno podría ir cedido y otros incluso traspasados. Óliver, quien ya jugó la temporada pasada en O Dragao, verá casi con total seguridad ampliado su periplo en el conjunto portugués. La campaña pasada fue uno de los pilares del equipo de Lopetegui, que quiere que siga. EL jugador y el Atleti no ven con malos ojos que el centrocampista se foguee una campaña más en un equipo de Champions del campeonato luso.
Otro de los nombres que ha propuesto Pinto Da Costa es Moyá. El jugador parte como suplente para la campaña que viene detrás de Oblak y la entidad portuguesa podría tentarle con la titularidad. Los dragones cuentan con cuatro porteros y ninguno convence a Lopetegui. Helton está ya en el ocaso de su carrera. Fabiano fue el guardameta de la campaña pasada hasta que al final del curso el entrenador español decidió relegarle a favor del veterano guardameta porrista. Y Ricardo Nunes y Andrés, ex de Osasuna, apenas cuentan. Por eso se han fijado en un portero de la experiencia y la categoría de Moyá.
Otro de los nombres que se barajan encima de la mesa de la negociación es el de Raúl Jiménez. Con él cabría la posibilidad de una cesión o un traspaso. El Benfica y Mónaco también le quiere. Es más el equipo monegasco ha ofrecido 17 millones por el 80 por ciento del pase del jugador. El futbolista, de salir cedido, le gustaría quedarse en España para cumplir su segundo año en el país y acercarse así a conseguir la nacionalización.
Todas estas operaciones paralelas a la de Jackson, dependen de que tres factores se alineen: que ambos clubes se pongan de acuerdo en su valoración económica y de la voluntad de los jugadores de recalar en el Oporto.