Luego del anuncio de la salida de Kotaro Suzuki por conclusión de contrato y previo a él, la de KENSO, Go Shiozaki y Akebono, cuatro de los luchadores de más renombre, se encienden los focos de alarma en AJPW, la empresa fundada por Giant Baba en 1972.
Jun Akiyama y Kotaro Suzuki, en el anuncio de la salida de la empresa de éste último / www.tokyo-sports.co.jp
Los cuatro gladiadores decidieron no renovar debido a los cambios en las condiciones laborales en los nuevos contratos, situación que económicamente no les favorecía.
El actual presidente Jun Akiyama ha sido escueto en proporcionar mayor información, solo aseguró que los contratos si incluyen nuevas cláusulas, ya que la situación de trabajo se ha tornado complicada. Simplemente para 2016 sólo se han confirmado las funciones de enero, cuando en años anteriores, para estas fechas, la agenda anual ya se encontraba más o menos estructurada.
El año pasado AJPW organizó un total de 94 funciones, para este año la suma subió a 104 eventos. Sin embargo, para el año venidero hay dinero para cubrir la meta de 100 funciones, aunque con menor paga para los luchadores. Pero Akiyama se defendió alegando que sigue en su cometido de gestionar más fechas. Estos planteamientos hicieron que los cuatro luchadores antes mencionados tomaran el camino de la independencia, ya que permanecer en esas condiciones representaba un alto riesgo para sus intereses. De esta manera la plantilla actual de luchadores se limita a sólo 12.
Un punto relevante es la intromisión constante de Motoko Baba, la viuda de Giant Baba, en la toma decisiones importantes de la empresa, limitando las funciones del propio Akiyama.
Otra dificultad adicional que deberá afrontar AJPW, es la situación económica que atraviesa Japón, debido al fracaso de la políticas económicas que impuso el primer Ministro Abe Shizo. En conclusión, una reducción de luchadores, una baja de sueldo y una disminución en eventos podrían condenar a la que alguna vez fue la empresa más importante de lucha libre en Japón, a sostenerse a trabajar en la periferia de la capital, tal y como lo hace Zero1.