Tras 12 rounds de pelea en peso medio (pactado en 155), Saúl “Canelo” Álvarez venció a Miguel Cotto por amplia decisión unánime.
Era evidente que no se lanzarían al intercambio brutal porque no le convendría a ninguno de los dos, un poco menos a Cotto por la acumulación de castigo a lo largo de los años y si la juventud le ayudaría en algo a “Canelo” sería en eso, con la cara menos dañada a lo largo de su carrera esa fuerte mandíbula lo iba a sacar de apuros.
Miguel Cotto, sin algo que perder salió a tratar de evitar que “Canelo” consiguiera un cinturón más, pues al haber perdido el cinturón de la manera que lo hizo, al vencer a Saúl, le habría aguado la fiesta a todos.
Al inicio de la pelea se vio un Cotto muy cauteloso, estudiando la distancia a la que debería pelearle al “Canelo”, lejos de esas manos tan pesadas que tiene el mexicano. Lo logró a base de movimientos rápidos de pies, saltos pequeños y girando por todo el ring. En esta ocasión Saúl no se precipitó al ataque como es usual en él, peleó con una mejor estrategia al esperar las pausas en el desplazamiento de Miguel para pescarlo en las pausas.
Algo a destacar fue el movimiento de cintura de “Canelo”. Algo que se ha mencionado reiteradamente en este espacio es que la falta de movimiento de cintura del tapatío limitaba su boxeo porque prácticamente lo encerraba a la opción de aguantar metralla directa del oponente, precisamente porque no hacía bending. Pero en esta ocasión se sacudió muchos golpes venenosos en base a puro quiebre de cintura, algo muy agradable de ver porque se igualaban las condiciones, teniendo en cuenta que la mayor velocidad de movimientos defensivos (en el papel) estaba del lado de Cotto. Aunque de este modo hacía que Cotto buscara más recursos para lastimar al mexicano.
Lo de Cotto fue una constante búsqueda de choque bien pensado, para lastimar pero no para quedarse al intercambio (porque ahí las llevaba de ganar el mexicano), sino para buscar conectar al pelirrojo abajo y esperar a que desmayara la guardia para lastimarlo arriba. En ocasiones pudo conectarlo de modo que “Canelo” tenía que redefinir su estrategia de ataque. Miguel le entró por los lados y buscó desbalancearlo con sus saltos por el ring, para sacarlo de concentración y provocar errores.
Pero ni una ni otra. Por primera ve se vio un “Canelo” estratégico, bien planteado y principalmente paciente.
Cotto fue valiente, intercambió cuando fue necesario y fue defensivo sin parecer que huía, como buen boricua echó su resto y representó lo respetable de su raza y dejó en claro que eso de la edad no sería impedimento, en ningún momento lució cansado, supo administrar su poder y su aguante.
Pero al final, una mano fue la que salió en alto y fue la de Saúl “Canelo” Álvarez, con tarjetas amplias a su favor.
Una vez pasado el nombramiento oficial de Saúl como campeón, la pregunta obligada fue: ¿Pelearías contra Golovkin?
Y la respuesta fue: “No había dicho nada antes porque estaba concentrado en esta pelea, pero ahora sí lo puedo decir, me vuelvo a poner los guantes ahora mismo”.
Además mencionó que no le tiene miedo.
Así las cosas para un hombre que buscaba credibilidad y la ganó esta noche y puede que si no creen en las palabras de quien esta nota escriba, así que los remito a las estadísticas de la pelea, para que vean quién soltó más golpes esta noche.