El Nápoles ha anunciado oficialmente el regreso de Pepe Reina, club en el que ya jugó como cedido durante la temporada 2013/14. Ha pasado esta mañana el reconocimiento médico y ha firmado esta tarde un contrato de tres temporadas con el club sureño, donde ganará alrededor de 2,6 millones de euros, bastante menos de los 4,2 que le garantizaban en Alemania.
Deja así el Bayern de Múnich de Pep Guardiola después de aterrizar el pasado verano a cambio de 3 millones de euros para el Liverpool. Su balance como guardameta en Alemania no es positivo: ha disputado sólo tres partidos de Bundesliga (no ha encajado goles) pero en uno de ellos fue expulsado a los 13 minutos tras cometer un penalti. En total, 193 minutos vestido de corto y un curso completo a la sombra de Manuel Neuer.
"Nos pidió rescindir su contrato porque tenía la posibilidad de ir al Nápoles y jugar con regularidad. Deportivamente, pero sobre todo en lo humano, ha encajado de manera excelente en nuestro equipo. Le deseamos lo mejor", explica Jan Christian Dreesen, directivo del Bayern. Ahora, con 32 años, recala en San Paolo de nuevo: en el Nápoles de Rafa Benítez jugó 43 encuentros recibiendo 46 goles.
Reina fue una petición de Benítez en 2013, aunque hace un año no hubo acuerdo para su permanencia bajo el Vesubio. El español siempre mantuvo una gran relación con la ciudad (visitándola este año varias veces) y los tifosi, que están viviendo con alegría su regreso. El nuevo entrenador Maurizio Sarri podrá contar con un fichaje fundamental tanto en el césped (Rafael y Andújar no convencieron) como en el vestuario, y los napolitanos podrán volver a abrazar uno de sus mayores defensores en los últimos dos años. Pepe quiso volver a pesar de la marcha de Benítez al Madrid, de percibir un sueldo inferior y del momento complicado del proyecto Nápoles, que está empezando desde cero. En su decisión pesó más la ilusión.