—Parece que hace un mundo de la final de Varsovia.
—El otro día me dio alguien la enhorabuena por ganar y durante dos segundos no sabía ni a qué se refería. Ha sido de las transiciones más rápidas y ruidosas de los últimos años. Sólo hubo el día de la celebración y al día siguiente ya estábamos trabajando en la renovación de Unai.
—¿Hubo más ruido que otra cosa o temió de verdad que se pudiera marchar?
—Cuando estuvimos en Argentina dibujamos la hoja de ruta de lo que podía pasar y ha pasado más o menos lo que se habló. Yo comprendo que la semana de incertidumbre pareciera más de lo que se estaba cociendo. Cuando una persona te pide escuchar otras opciones y valorarlas cabe la posibilidad. Puedo presumir de conocer a Unai y sabía que tenía que ser algo muy muy rimbombante lo que lo sedujera. Lo que sonó sólo nos podía hacer sombra en lo económico y ése no era el objetivo de Unai.
—¿Cómo de importante es que siga Emery?
—Mucho. Podía tirar de adjetivos grandilocuentes pero a mí se me antoja fundamental. Hemos conseguido tener un equipo muy competitivo, eso no es fácil de conseguir y no lo podíamos perder.
—El ritmo de llegada de fichajes está siendo alto.
—Lo ideal es tener la plantilla con la que vas a competir, entradas y salidas, lo más rápido posible, pero la rapidez no te puede llevar a precipitación. Tenemos una hoja de ruta y tenemos que tener paciencia, que no es sinónimo de lentitud, sino sinónimo de hacer las cosas con cabeza y sin precipitarnos, porque sabemos lo que queremos.
—¿La idea es no volver a hacer grandes desembolsos pero sí buenos salarios?
—Es el método que siempre ha seguido el Sevilla cuando ha acertado más. El Sevilla se ha equivocado cuando ha salido de ese camino. Nuestros traspasos no son muy altos, pero nuestros jugadores están muy bien retribuidos. La gente tiene que saber que cuando pide que el dinero esté en el campo, realmente está en el campo, lo que no está es en otros clubes. Tener a jugadores como Gameiro, Bacca, Krychowiak, Reyes, Mbia... eso se puede conseguir porque no hemos tenido que pagar mucho por ellos. La línea va a ser la misma, que nadie espere grandes desembolsos este verano. No vamos a pagar ni 10, ni 12... no vamos por ese camino.
—Parecía imposible mejorar la plantilla de la 13/14 y se hizo, ¿es posible ahora?
—Pongo siempre el mismo ejemplo: la plantilla más cara de este equipo, por valor de venta de sus jugadores, quedó novena. Posiblemente estaba mal conformada porque no consiguió los objetivos. Con esto quiero decir que tú planificas algo sobre el papel y sacar conclusiones clasificatorias a priori es imposible. Yo planifico darle al entrenador un plantel con la mayoría de registros posibles en él.
—¿Emery sigue sugiriendo nombres para fichar?
—Yo es que con Unai hablo tres o cuatro veces al día. La aportación de Unai a la dirección deportiva de jugadores que él conoce es muy ágil, lo que no quiere decir que me diga “ficha a éste”. Ha pasado desde su llegada, hay nombres que estamos barajando que ha aportado él.
—Como Banega...
—Cuando nosotros decidimos firmar a Éver fue a principios de verano, pero lo cerramos al final. Si nos decidimos fue porque vimos que cuando mejor jugó fue con Emery. Algo tendría que ver. Pero tengo que ser sincero, Unai tiene mucha importancia en el rendimiento de Éver pero el jugador tiene muchísimo que ver también. El grado de compromiso con el club, con el equipo, con sus compañeros y con su entrenador ha llamado la atención mucho a todos los que lo conocían. Banega no es ningún descubrimiento, es un jugador nivel top. Cuando hablábamos en su momento con Unai de él decíamos que tenía nivel Barcelona. Es un Mercedes.
—O como Rami...
—¿Abdil? (risas) Rami es un central top. ¿Va a venir al Sevilla? Lo veo complicado tal y como está la cosa. ¿Pero que a nosotros nos gusta a veces complicarnos la vida? También es verdad.
—Lo de Konoplyanka es un auténtico culebrón.
—Hay mucha leyenda urbana. No es una operación fácil, hay muchos lazos que atar, y cuando atas uno se desata otro. Pero estamos ahí, luchando por un jugador cotizado por toda Europa. ¿Qué significa? Que podemos cerrar la operación. ¿Cuándo? Eso no lo sé, porque es muy complejo.
—Ya ha dicho que ya sólo se venderá por la cláusula, pero si vienen doblando lo que cobran a jugadores del Sevilla...
—Pero eso es parte de nuestro trabajo y no sería la primera vez que pasa ni la última. Con eso jugamos y es parte d emi trabajo convencer al futbolista de que un euro aquí vale más que dos euros en otro lado.
—¿Qué se le dice a hombres como Bacca o Krychowiak para que renuncien a ganar más para seguir en Sevilla?
—Son dos nombres que me preocupan relativamente poco. Bacca es feliz en Sevilla y en el Sevilla. Está reconocido y si vienen a por él tengo elementos suficientes para convencerlo si se diera el caso. Krychowiak es un tipo que tiene muy definida su hoja de ruta y su interés de irse del Sevilla ahora mismo es cero.
—¿Son muchas las ofertas que han llegado hasta ahora?
—Ofertas formales de clubes no ha habido, tanteos de agentes, muchos. Yo diferencio en la oferta de verdad, en la que llama un club preguntando directamente por un jugador o un mail con la oferta por escrito. Eso es una oferta. La llamada de un agente preguntando por situaciones particulares no la considero oferta y me llegan diariamente.
—¿Qué siente cuando ve a tantos jugadores que han pasado por el Sevilla ganando títulos en el mejor Barcelona de la historia, a Ramos de capitán del Real Madrid...?
—Felicidad. Fundamentalmente porque con todos tengo contactos y buena relación. Me da alegría que tengan ese recorrido y lógicamente me da satisfacción de mi trabajo. Soy poco ególatra pero uno siempre prefiere que le digan cosas buenas que malas. La mayor satisfacción es la que uno se puede dar y para mí es que el trabajo que se hace, que es de unas cuantas horas, tenga reflejo.