Era la ocasión para hacer historia. Por primera vez se disputaba un Brasil-España femenino. Era el día para lucir nuestro fútbol. Para demostrar que la Selección española ya está entre las mejores del mundo y que méritos no le faltan. Las chicas saltaron al terreno de juego convencidas. Llevaban todos los días previos, desde el empate ante Costa Rica, afirmando que sí era posible ganar a Brasil. Pero no pudo ser. España cayó ante la poderosa selección brasileña. Ante esa selección que domina simplemente el partido gracias a los seis mundiales anteriores que ha disputado. Justo eso es lo que le faltó a España. Experiencia. Brasil es el país del fútbol, una nación con más 200 millones de habitantes, todos futbolistas, hombre y mujeres, enseñados desde la cuna a golpear un balón y jugar con él en la calle.
Las chicas salieron con los ojos puestos en su rival. Marta, Formiga, Andressa Alves, entre otras, esperaban. Esta vez sabían que no podían conceder ni una ocasión. La concentración y la intensidad se llevaban en el cuerpo desde el túnel de vestuarios. Brasil es Brasil y achuchó desde el minuto uno. Las latinas, más fuertes físicamente, no dejaban a España desplegar su juego. Duró poco. La primera ocasión más clara fue de España. Natalia no concluyó con acierto un pase en largo de Alexia que pilló desprevenidas a las defensoras brasileñas. Una pena.
A partir de ese momento La Roja cogió confianza y empezó a dominar. Marta Corredera desplegó su talento por la banda, buscando siempre a Natalia. La delantera gunner estaba muy cómoda adelantada peleándose con las defensoras rivales. Vero, por detrás, tenía la movilidad que le gusta. Eso ayudó a que cubriera muchas parcelas del dentro del campo. Celia, la benjamina del equipo, tuvo la difícil labor de parar a Marta. Y lo hizo con galones. Fue un máster intensivo para la andaluza este partido ante las brasileñas. La canarinha apenas creaba peligro. Se dedicó a esperar. Sus únicos acercamientos a la portería de Ainhoa fueron con balones en largo hacia el área española. En una de esas Cristiane estuvo a punto de quedarse sola ante la guardameta del Athletic de Bilbao pero Torrejón lo impidió in-extremis. España respiró. Pero los nervios afloraron y llegó el gol, justo antes del descanso. Andressa Alves se aprovechó de un error de España para poner a las suyas por delante.
España debía reaccionar. Pero pasó todo lo contrario, fue Brasil la que se vino arriba y Alves estuvo a punto de hacer el segundo con un tiro escorado desde la izquierda que se fue por poco. La Roja perdió el dominio del choque y Brasil lo durmió. Apenas se creó fútbol. Ainhoa sacó un fortísimo disparo de Andressa y Natalia tuvo otra antes de abandonar lesionada. Fue en los últimos minutos cuando España se vino arriba. Vero, en el área pequeña, perdonó el empate y ya en el 90 Irene se estrelló con el palo.
España demostró calidad. Fue capaz de tutear a la todopoderosa canarinha. Pero perdonar ante una selección como Brasil te condena. Las esperanzas de la Selección pasan por lograr los tres puntos ante Corea del Sur el próximo miércoles. Si los consiguen, estarán clasificadas.