Philadephia, 6 de marzo de 1962. Aquella noche los por entonces Philadelphia Warriors recibían en el Hersheypark Arena la visita de los Knicks. Aparentemente era un partido sin historia, sin nada en juego y que ni siquiera se retransmitió por televisión. Por no haber no hay ni imágenes. Bueno sí. Aquel día lo recordaremos por ser cuando se tomó una fotografía en blanco y negro de un joven Wilt Chamberlain junto a un cartel escrito a mano con tres cifras: 100. Uno de los pívots más legendarios y dominantes de siempre acababa de firmar la actuación más asombrosa de todos los tiempos con aquel centenar de puntos que convirtió. Harvey Pollack, empleado de los de 'Philly' presenció el encuentro a pie de pista mientras iba apuntando las estadísticas. Al poco de teminar (no se disputaron los últimos segundos por la invasión de campo de un público absolutamente entregado) tuvo la gran ocurrencia de coger un folio y escribir un uno seguido de dos ceros.
Más de 53 años después y a la edad de 93 años, Pollack ha fallecido. Con él, este martes se nos ha ido el último pionero de la NBA que quedaba con vida. Como miembro del departamento de publicidad, arrancó su andadura en 1946 con los Warriors de Philadelphia de la BAA (Basketball Association of America). Poco después, tras fusionarse con la NBL (National Basketball League) surgiría la National Basketball Association, la NBA.
El baloncesto son mucho más que números, pero sin ellos no se entendería el juego con el detalle que estos nos ofrecen. Y en lo que a estadísticas se refiere, Harvey Pollack es una leyenda. Lo comenzó a ser cuando en 1942 era el manager de los estudiantes y jugadores de la universidad de Temple. Fue entonces cuando se dio cuenta cuanta que además de contabilizar los puntos y los lanzamientos, podía registrar los rebotes, asistencias, tapones... Es más, hasta el día de ayer, ha ejercido como el director de información estadística de los Sixers. Un cargo que ha ocupado durante los últimos 28 años. No es de extrañar que en el mundo de la canasta se le coociera como 'Super Stat (súper estadística)'.
Su dedicación fue tal, que aún en vida se le supo dar el reconocimiento que merecía. En 2002 se le entregó el premio John W. Bunn al Logro a una Vida concedido por el Basketball Hall of Fame de Springfield. La mayor distinción que la institución puede entregar a uno de sus no miembros. Además, Pollack siempre ha estado muy ligado al mundo del periodismo: desde su etapa como estudiante dirigió varias publicaciones.
Las reacciones tras su fallecimiento no se han hecho esperar. "Documentó la historia de la NBA durante casi 70 años con pasión, curiosidad y una ética de trabajo intachable. Ha sido un verdadero embajador del juego", reconoció el comisionado Adam Silver. "Puede que nunca se abrochara los cordones de sus zapatillas, pero hay pocos que hicieran más que él a la hora de hacer crecer el juego, el baloncesto en Philadelphia o la NBA", destacó a su vez Scott O'Neil, director ejecutivo de los Sixers.
"No tengo una estadística favorita, me gusta conservarlas", solía decir Pollack. Es más su verdadero legado siempre estará relacionado con un número, los 100 puntos de Chamberlain. Un fotógrafo que asistió a aquel partido como público corrió al coche a por su equipo. Pero a Pollack no le convencía el mero hecho de que Wilt posara con un balón, quería algo más representativo. "¿Por qué no hacemos algo que demuestre los 100 puntos?", dijo. Luego, su hijo Ron llevó los negativos a Western Union. El resto ya es historia. Descanse en paz, Harvey Pollack.