Por Alejandra Amezcua
Demonio Rojo hizo su debut el 13 noviembre del 2011, en una escuela de beisbol ubicada en Zapopan, Jalisco. Sobre el ring acompañó a su padre, el “Tijera de Oro” Xavier Cruz. Con ellos estaba Eterno Mal, y sus rivales eran Smacker, Capitán Plata y Mortal Star. Era un evento de la empresa Dantes Lucha Factory.
Recordar ese combate lo pone emotivo. No son muchos los luchadores que llegan al profesionalismo con el orgullo de estar al lado de su padre, cuyas hazañas son las que lograron inculcar el amor por el deporte de los costalazos.
Demonio Rojo lleva la lucha libre corriendo por sus venas. No sólo es hijo del “Monarca” Cruz y hermano de Xavier Cruz Junior; también es nieto del original Demonio Rojo, un legado al que ahora le da continuidad.
Y es así como Demonio Rojo, a sus 29 años de edad, y tras más de cuatro de iniciar su carrera en los encordados, confiesa que al pisar el ring de la Arena Coliseo tapatía aún siente muchos nervios, pero que está aprendiendo a controlarlos y echarle muchas ganas para lo que venga.
Uno de los movimientos luchísticos que más práctica –y que también su padre utilizaba—es el volantín, que consiste en levantar al rival por el cuello, dándo vueltas para castigarlo, para finalmente azotarlo en la lona.
Su estrategia como rudo es golpear, golpear y golpear a su oponente; su mayor rival a vencer, asegura, es él mismo; le siguen los técnicos Reycko y su propio hermano, Xavier Cruz Jr.
Los personajes que admira son, por supuesto, su padre Xavier “Monarca” Cruz, su abuelo, Demonio Rojo, y Mil Máscaras. Además de sentir una gran pasión por la lucha libre, le interesan las MMA (Artes Marciales Mixtas.)
Al llegar a la parte sus pasatiempos, pudimos conocer otra faceta de Demonio Rojo: descubrimos muchos detalles interesantes. ¿Quién se imaginaría que el rudazo, despiadado y sádico que observamos arriba del cuadrilátero, abajo del encordado es obsequioso, compasivo y afectivo con los que le rodean? Sus géneros musicales favoritos son el rock y la trova; sus hobbies son entrenar, levantar pesas, escuchar música y ver películas (nos revelo que su favorita es 300).
Uno de sus mayores defectos es ser muy enojón, pero eso es equilibrado por sus muchas virtudes, ya que es un ser humano muy paciente, con mucha fe y, lo más importante, que sabe escuchar a las personas.
Y hablando de comidas favoritas, descubrimos que le apasiona comer tacos, hamburguesas y pizzas. Su bebida favorita es el té helado.
Retomando su pasión y amor por la lucha libre, en su vitrina de trofeos sólo cuenta con la máscara de Azteca de Oro, pero espera próximamente agregar alguna máscara o cabellera de sus rivales.
Admite que aún le queda un largo camino por recorrer y muchas metas que cumplir para llegar a convertirse en un luchador reconocido en el mundo de la lucha libre mexicana.