“Jugar al fútbol es mi pasión, pero luego prefiero ver otros deportes en televisión. Entre un partido de fútbol o ver un combate de boxeo o UFC, elijo el boxeo y la UFC”, reveló el delantero de la Juventus.
El portugués es un aficionado al box y a los combates de la UFC. Incluso tiene amigos que se suben al ring y otros que son luchadores de MMA, pero por su cabeza nunca se le pasó calzarse los guantes.
“No creo que hubiese podido ser boxeador, es duro. Tienes que nacer para eso, con ese don. Yo creo que nací para ser futbolista profesional, pensé que tenía ese don desde el principio, y me dije: ‘Voy a agarrar esta oportunidad con mis manos’”, contó quien se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la historia y ha obtenido cinco Balones de Oro, publica diario Olé de Argentina.
“El boxeo es un poco más difícil porque estás solo cuando compites. Trabajas en el gimnasio, tienes a tu equipo, pero ellos luego no juegan contigo, solo entrenan junto a ti. En nuestro caso es distinto, es más divertido porque entrenamos, nos reímos, es un tipo de sacrificio diferente”, reconoció el delantero de la Juve.
Y recordó que cuando estaba en Inglaterra tiró un par de manos con un DT: “Cuando estaba en el Manchester United un entrenador boxeaba conmigo. Creo que practicar boxeo sirve para el fútbol porque agudiza los sentidos y aprendes a moverte”.
El kazajo Golovkin, quien este viernes vuelve al ring frente a Kamil Szeremeta (DAZN), le dijo al portugués su breve paso por el fútbol hasta que se inclinó por el boxeo.
“Me encantaba el fútbol. Un amigo me dijo que había un buen club de fútbol formado por chicos de un club de boxeo. ‘¿Un club de boxeo con un buen equipo?’, me pregunté. ‘Les ganaremos’. Efectivamente les vencimos y me dijeron que por qué no probaba a boxear. ‘Inténtalo, porque a eso te ganamos’, me decían. No vencí porque me subieron al ring con un tipo duro. Recuerdo que en mi primer entrenamiento golpeé a mi compañero en la nariz y sangró, él me golpeó y me dijo que regresara al día siguiente... y hasta hoy”, contó Gennady.
Cristiano ya no es un pibe, aunque trabaja y se mantiene como si fuera un pibe. Pero no pasa por los años, sino por la actitud.
“El verano pasado tuve una charla de esto en Dubái con Anthony Joshua. A los 33 años empiezas a pensar que vas cuesta abajo. Yo quiero seguir en el deporte, en el fútbol. La gente me mirará y dirá, ‘Cristiano era un jugador increíble pero ahora es lento'. Yo no quiero eso. Puedes cuidar mucho de tu cuerpo, pero el problema no es ese. Depende de tu cabeza, de tu motivación y la experiencia, que creo que es lo más complicado. En el deporte puedes ganar madurez. Mira a Federer en el tenis, tiene 37 o 38 años y sigue en la cima, y en el boxeo hay unos cuantos”, se comparó CR7 con la gran estrella del tenis.
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“Nací en la isla de Madeira y a los 11 años el Sporting fue a hablar con mis padres. Les dijeron que estaban interesados en mí, pero que tenía que marcharme a vivir a Lisboa. Dejar a mi familia es lo más difícil que he hecho en mi vida, cuando me tuve que mudar a Lisboa. Cuando hablé con mis padres, mi madre lloró y me dijo: ‘Hijo, si es lo que quieres, vete’. Me fui y lloraba a diario porque les echaba de menos. Mis momentos más duros han sido cuando me mudé a Lisboa y cuando perdí a mi padre”.