Este artículo refleja las opiniones personales de su autor, y no necesariamente las de Súper Luchas.
Bienvenidos de nuevo a esta columna en la que busco presentar los que, en mi opinión, son los 5 aspectos positivos y negativos de los PPV de WWE, en este caso el Royal Rumble 2016. Con este evento WWE tuvo la responsabilidad de generar expectativa rumbo a WrestleMania y lo consiguieron, aunque no lograron sorprender. En mi opinión fue el evento más sólido en meses, con grandes aciertos, aunque no queda exento de crítica.
Empecemos con lo mejor y lo peor de WWE Royal Rumble 2016:
LO PEOR
5- Un ganador predecible: Los apostadores ya daban a Triple H como ganador del Royal Rumble, aún cuando no estaba confirmada su aparición. Sin embargo, predecible no es igual a malo. La victoria de Triple H y su futuro estelar contra Roman Reigns significarán un éxito en ventas para WrestleMania. Adicionalmente, pocos resultados hubieran tenido tanta lógica dentro de las historias que maneja WWE. No siempre ganan los favoritos, no por eso todos los demás ganadores son injustos.
4- El beso: Simplemente desagradable. WWE no se ha caracterizado por la clase que manejan en sus historias, como lo dejó claro el caso de Katie Vick hace años. Aun así, la imagen de un sexagenario besando a la fuerza a una mujer de la edad de su hija no deja de ser repulsiva. Con un producto familiar, escenas que en otro contexto serían calificadas de acoso sexual no son una buena idea.
3- Escenario: Ya quedó claro que WWE no planea aumentar sus gastos con escenografías distintas para cada PPV, pero en esta ocasión se perdió una oportunidad especial. La estética que se manejó para el evento fue realmente destacada, el coliseo romano y la escultura clásica hubieran funcionado como un espacio ideal para una noche histórica, pero al final tuvimos el mismo escenario de los shows semanales. Una decepción, pero era algo de esperarse.
2- Fatal 4-Way, dos lugares desperdiciados: El kickoff del Royal Rumble nos trajo un Fatal 4-Way de parejas para ganar dos posiciones en el Royal Rumble. Lo único que tuvimos fue una lucha desorganizada, con dos parejas improvisadas y una secuencia final desastrosa que evitó cualquier reacción. Hasta ahí, lo único positivo fue ver que Damien Sandow sigue siendo muy popular. Tras saber que no veríamos un 3D en el Royal Rumble nos encontramos con que nada ocurrió con los ganadores del kickoff, pues juntos apenas sumaron 45 segundos dentro de la lucha, las dos eliminaciones más rápidas.
1- El manejo de Roman Reigns: A estas alturas está claro que la culpa de los abucheos a Roman Reigns no es del luchador sino de su manejo creativo. Si el campeón iba a perder su título era lógico que se creara una situación en la que no se le viera tan débil, sino como víctima de unas circunstancias que lo superaron. Ahí llega el ataque de The League of Nations, orquestado por Mr. McMahon. Pero esta estrategia tuvo dos puntos débiles, en primer lugar su propósito fue demasiado obvio desde el principio, en segundo lugar tuvo una psicología ilógica. Tras un devastador ataque Roman Reigns queda incapacitado, pero ni La Liga ni Mr. McMahon pensaron en regresarlo al ring para que alguien lo eliminara, en cambio dejaron que fuera llevado a recibir atención médica, lo que le permitió regresar tras varios minutos de descanso. Eso se sumó a la poca popularidad de Reigns en Florida, a donde no llegó la nueva actitud del público hacia el samoano. El resultado fue un Reigns abucheado, no por sus propios méritos, sino por los evidentes esfuerzos creativos para que siempre se vea muy, muy fuerte.
LO MEJOR
5- El público: Nada le hace más daño al producto de WWE que un público silencioso. Como dice cierto refrán, “el que calla, otorga”. Por eso, cuando lo que ofrece la empresa no gusta es necesario abuchear, así como es necesario aplaudir aún cuando la empresa no lo quiera. La audiencia de Orlando entendió eso y mostraron su favoritismo por AJ Styles, Damien Sandow, Becky Lynch, Sami Zayn e incluso Francesca, mientras que no se detuvieron en abuchear a Roman Reigns o a las acciones predecibles.
4- Like a Boss: Becky Lynch y Charlotte quedaron debiendo una verdadera lucha femenina al estilo NXT, aunque su encuentro siguió estando muy por encima de las estándares de los últimos años. Sin embargo, la verdadera estrella femenil de la noche fue “The Boss” Sasha Banks, quien al parecer por fin recibirá el impulso que se ganó tras revolucionar la lucha libre femenina junto a Bayley con dos increíbles encuentros. Sasha Banks es una ruda nata que potenciará el panorama del Campeonato de Divas enfrentando a dos viejas conocidas, la campeona Chalotte y la underdog Becky, a quienes se podría sumar Paige en el camino a WrestleMania.
3- One vs. All: Por supuesto, no fue perfecto, pero el Royal Rumble 2016 ha sido el mejor y el más interesante en años. Los rellenos fueron pocos y gran parte de los participantes lograron aportar algo a la lucha, desde el cómico R-Truth y su genial confusión hasta Kofi Kingston y su escape a la eliminación. Las entradas sorpresas no fueron ventanas al pasado sino puertas abiertas al futuro, así tuvimos a AJ Styles y Sami Zayn, quienes encendieron al público. También nos emocionamos con múltiples cara a cara de alto calibre: Reigns-Styles, Sami-Owens, Lesnar-Wyatt, Reigns-Triple H, Styles-Owens, Wyatt-Triple H o el final Ambrose-Triple H. Hacia el final del encuentro hubo algo de monotonía y eso llevó a que el público se apagara, pero, a pesar de las críticas anteriormente comentadas, el resultado fue realmente satisfactorio. Una gran mejoría tras dos desastrosas ediciones.
2- AJ Styles: Tras una gran carrera en TNA, el circuito independiente y Japón, AJ Styles finalmente ha llegado a WWE y lo hizo de gran manera. Por supuesto, no todos estuvieron conformes con que hubiera sido eliminado, pero en mi opinión fue manejado de manera correcta. Su llegada se dio al inicio de la lucha y con un cara a cara ante el campeón, aunque aparecer en la segunda posición hubiera sido incluso mejor, pues Rusev sobró. Gran parte del Royal Rumble giró alrededor de la expectativa de ver el Styles Clash, aunque al final no lo vimos. Tuvo buenos cara a cara y su eliminación a la mitad de la lucha fue una decisión inteligente. En primer lugar evitó la decepción de que quedara entre los últimos y no ganara, y además fue realizada por Kevin Owens, otro favorito de internet, lo que redujo la posibilidad de una respuesta negativa. Esperar que AJ Styles llegara y se convirtiera de inmediato en campeón mundial era poco realista, pues suponía un gigantesco riesgo para la compañía, pero verlo brillar ante los estelaristas y ser bien recibido por el público fue un gran primer paso para lo que podría ser una exitosa carrera.
1- Last Man Standing: La lucha que más prometía cumplió con creces. Desde el principio este encuentro pintaba para robarse la velada, pues no parece haber dos luchadores mejor equipados para esta estipulación que Dean Ambrose y Kevin Owens. Aunque los encuentros de este tipo suelen empezar despacio y subir progresivamente en intensidad, esta vez tuvimos una lucha que estalló desde que sonó la campana y que tras un par de minutos ya nos daba una barrera destruida por la Cannonball. Ambos luchadores hicieron un notable esfuerzo por innovar en su ofensiva y por impedir que el público pestañeara siquiera un segundo. Una muestra notable de esto fueron los entretenidos intercambios verbales que realizaban en momentos muertos como cuando se armaban las mesas. Enumerar las grandes maniobras que vimos es una tarea que ocuparía demasiado espacio, pero la cuota de elementos destruidos da cuenta de lo extremo del encuentro. Aún más asombroso es ver el desempeño que Owens y Ambrose tuvieron apenas un par de horas después en el Royal Rumble, donde fueron protagonistas.
Gracias por detenerse a leer, recuerden que esta es mi opinión personal y que pueden dejar la suya en los comentarios.