La noche de ayer, en Monday Night Raw, se esperaba la presencia de Bray Wyatt para avanzar en la rivalidad que tiene con Brock Lesnar y que podría llevarlos a un duelo en WrestleMania. Sin embargo, Wyatt no estuvo presente, ni tampoco estuvo su hermano Bo Dallas ni su padre, Mike Rotunda, quien trabaja como productor en WWE.
La razón de la ausencia es que Robert Windham, mejor conocido como Blackjack Mulligan, suegro de Rotunda y abuelo de Wyatt y Dallas, fue hospitalizado de emergencia en Tampa, Florida.
Mulligan, miembro del Salón de la Fama WWE, es padre de Barry Windham y Kendall Windham, y en meses recientes había estado muy mal de salud, como lo dio a conocer en agosto pasado:
“¡Apenas fui mandado a casa por mi quinto doctor para dejar que Dios haga el resto! Tengo masivos coágulos de sangre rondando el cerebro y pronto seré otra baja o daño colateral de la WWE. Es extraño escribir de esto antes de que suceda, pero espero estar otro buen rato aquí antes de que Dios haga su trabajo”.
El estrés de Mulligan se había incrementado porque fue uno de los ex luchadores de WWE que fue demandado precautoriamente por la empresa para evitar que se uniera a una demanda conjunta de muchos veteranos que piden una compensación económica debido a las conmociones cerebrales sufridas durante sus carreras, aunque Mulligan nunca dijo que fuera a unirse al litigio.
Esperemos una pronta recuperación del grandulón veterano, uno de los que se atrevían a ponerse al tú por tú a André el Gigante (e incluso se agarraron “amistosamente” a golpes en una reunión).