La última edición de Monday Night Raw tuvo varios puntos sumamente interesantes, no sólo por el regreso de Shane McMahon o la confirmación de dos nuevas luchas para WrestleMania, sino porque WWE presentó un producto que no se salió de los límites establecidos hace algunos años.
En primer lugar, Vince McMahon soltó lo que en inglés se conoce como una F-Bomb, diciendo groserías en vivo, además de que el show cerró con una escena sangrienta entre Roman Reigns y Triple H. Ambas situaciones se salen de las limitaciones impuestas por un producto clasificado como PG y parece que en ambos casos se trató de algo intencional.
Aunque las exigencias de diversos grupos llevaron a que hace algunos años WWE adoptara un formato mucho más familiar, reduciendo la sangre, la violencia en general, el vocabulario inadecuado y la sexualización de sus estrellas femeninas; lo cual se tradujo en un aumento en los números de la compañía y una mejor relación con sus distribuidores, lo cierto es que en los próximos meses los planes parecen ir en otro sentido.
Según el Wrestling Observer Newsletter, desde esta semana y hasta WrestleMania 32 WWE presentará segmentos mucho más intensos, aunque aun no está claro si este cambio se mantendrá cuando el Camino a WrestleMania finalice.
Por supuesto, este cambio no significa un regreso temporal de la aclamada Attitude Era, sino una modificación apenas del producto actual. Por otro lado, en los últimos años ha quedado claro que la llamada “Era PG” no es el verdadero enemigo del producto de WWE, pues dentro de las limitaciones de la clasificación familiar hemos visto grandes luchas, rivalidades históricas y momentos inolvidables. WWE puede mantener su formato y dar un buen producto si cuenta con un trabajo creativo sólido, en lo que ha flaqueado en los últimos años.
¿Qué opinan? ¿Les agrada este cambio?