Rey Vargas y Hugo Ruiz sacaron victoria en las peleas preliminares del cartel que estelarizarían Leo Santa Cruz y Kiko Martínez. Santa Cruz llegó con el cinto pluma de la Asociación Mundial de Boxeo, su primera defensa, contra el español.
La multitud abucheó a Martínez en su presentación, pero enloqueció con aplausos y gritos para Leo “Terremoto” Santa Cruz.
Y fue una admiración bien ganada, porque la gente no quedó decepcionada con esa pelea.
Kiko sabía que iba a la guerra contra Leo y entonces afinó las bombas. Para pelearle al golpe por golpe a un hombre más alto hay que pegarle en corto, pegadito como calcomanía para no darle espacio, para estar cerca en cuanto abra la guardia.
Vaya si se le indigestó Martínez a Santa Cruz en los primeros momentos de la pelea. Sin embargo, según lo había visto Sergio Martínez (que estuvo de cronista invitado en la transmisión de Combate Space) lo que Kiko debía corregir y a la de ya, era que dejaba la guardia abierta a la hora de soltar su ataque.
Ojalá Kiko hubiera escuchado a Sergio en ese momento porque le entró un derechazo detrás de la oreja que lo mandó a la lona. Martínez se puso de pie y siguió el combate para hacerle frente al “Terremoto”.
Kiko volvió al intercambio fiero, golpe por golpe y en corto y sin retroceder. Aún cuando Leo lo centraba y le conectaba seguidillas de tres golpes, Kiko regresaba con un upper (su mejor golpe de la noche) y luego uno golpe por otro. Velocidad y poder. Muchos golpes atiborrados en un sólo round, con la promesa de no llegar muy lejos. Y aunque cayó nuevamente, salió al segundo round como si el anterior no hubiera contado, frontal, si miedo.
La zurdas de Kiko llegaron a destino en todas las ocasiones, pero entonces Leo salía del rango de ataque, se echaba para atrás, la guardia bien cerrada, a la espera del contragolpe.
En el segundo round, un resbalón, caída, trastabillo hizo que el guante de Santa Cruz tocara la lona, pero no contó como caída como tal.
Ya en el tercer round, se empezó a abrir la brecha que impusieron los largos brazos de Santa Cruz, Martínez empezó a quedarse corto en sus embates y aunque lograba esquivar los golpes de Santa Cruz, no podía conectar los suyos. Una vez que Leo le metió velocidad le fue más difícil a Martínez salir del ataque del mexicano.
Y el otro Martínez, “Maravilla” lo sufría y transmitía su preocupación a través del micrófono, aunque trataba de ser ecuánime, no podía dejar de preocuparse por su boxeador.
En el quinto asalto, la diferencia del ataque entre Leo y Kiko se vio evidenciado cuando Santa Cruz acorraló a Martínez contra las cuerdas y le pegó a dos manos sin errar un sólo golpe.
Martínez tenía los guantes arriba, pero no podía soltarlos contra el cuerpo de Santa Cruz.
“El réferi debe parar ya la pelea”, mencionó “Maravilla” con una voz seria. Pues no pasaron muchos segundos para que el réferi decidiera parar la contienda.
Así se concretó la victoria y primera defensa exitosa del súper campeonato pluma AMB de Santa Cruz.