Ayer, 14 de marzo, Monday Night Raw estuvo cargado de segmentos con consecuencias para WrestleMania 32: The Undertaker confrontó a Shane y Vince McMahon, Roman Reigns atacó a Triple H, Ryback retó a Kalisto y The League of Nations atacaron a The New Day; pero hubo un pequeño segmento que no destacó tanto en el show rojo y que, sin embargo, pudo haber estado lleno de significado.
Vamos por partes. A mediados de la primera hora del programa, Dean Ambrose apareció para hablar de su lucha con Triple H en WWE Roadblock, pero Brock Lesnar y Paul Heyman llegaron para devolverlo a la realidad de su lucha en WrestleMania. Aunque Heyman le rogó a Ambrose que no provocara a su Bestia, el lunático le prestó poca atención y terminó causando la ira de Lesnar.
Sin embargo, Dean Ambrose estaba bien preparado y de su chaqueta sacó una palanca de hierro que logró intimidar a Brock Lesnar y evitar que le diera otra paliza más.
Y aunque el arma se mostró efectiva, Ambrose recibió una inesperada visita en los vestidores que cambió sus planes para enfrentar a La Bestia Encarnada.
Primero Mick Foley cuestionó a Ambrose sobre el sentido que tenía realizar algo tan arriesgado como enfrentar a Brock Lesnar, pero cuando el lunático comparó sus acciones a las de Foley cuando enfrentó a The Undertaker en Hell in a Cell, sólo le faltó convencer a la leyenda hardcore con una simple frase:
Soy Dean Ambrose y esto es lo que hago.
Feliz con la respuesta, Foley mostró el verdadero motivo de su llegada al show rojo, que no era disuadir a Ambrose, sino apoyarlo para que lograra su cometido y pasarle la antorcha de su legado:
Mientras estés convencido, quiero que lleves a Brock Lesnar a un pequeño viaje en WrestleMania porque he oído todo lo que puedo aguantar sobre Suplex City y quiero que tú lleves a Brock Lesnar a algún lugar considerablemente más peligroso. Quiero que lo lleves de viaje a tu pasado, los profundos y oscuros recursos de tu mente.
Y quiero que tengas algo único como regalo. Con todo respeto, esto está bien, una palanca de hierro está bien, pero estamos hablando de WrestleMania. Ante miles de aficionados necesitarás algo especial. Considera esto un paso de antorcha.
¡Bang! ¡Bang!
No, no se trataba de Noelle Foley. Mick le obsequió a Dean Ambrose una de sus armas más preciadas, Barbie, el bate envuelto en alambre de púas que lo ha acompañado tantas veces, incluso en TNA.
Mick Foley gave #DeanAmbrose an #EXTREME gift for #WrestleMania! #BatterUp #Raw
Pero, más que Barbie, el símbolo es aquí lo importante. Mick Foley le dio a Dean Ambrose su antorcha, su legado, lo extremo, y para representarlo le brindó un arma que no tiene otro propósito que el de hacer sangrar al rival, algo que Ambrose, como nadie, sabrá usar bien.
Y es que las limitaciones del formato PG se han venido borrando levemente en este Camino a WrestleMania. Hemos visto más sangre, más riñas y se ha usado un lenguaje menos familiar. Los primeros reportes apuntaban a que todo volvería a la normalidad cuando la Vitrina de los Inmortales finalizara, pero ahora Dean Ambrose tiene el poder de traer de vuelta lo extremo a WWE y, con suerte, lo logrará.