Arriba del ring, Mike Tyson fue la pesadilla de toda una división y más por ahí de los años 80s. Sin embargo, no pudo evitar salir corriendo en uno de los episodios más simpáticos de la historia boxeo.
Era 1988 y Tyson era el campeón de la máxima categoría del Consejo Mundial de Boxeo, y fue invitado especial a la convención anual del organismo de ese año. El monarca asistió a la semana en la Ciudad de México, junto con el gran Muhammad Ali.
Acompañados por otras grandes figuras del momento y como parte de la agenda toda la comitiva se trasladó al sur de la capital para una comida en un reconocido restaurante que tiene una pequeña plaza de toros.
“Para cerrar con ese día, todos los asistentes pasamos a la plaza de toros del restaurante, y algunos de los campeones bajaron al ruedo. Don Chucho Arroyo – dueño del lugar - le enseñó a Tyson como son las peleas de gallos, y éste se convirtió en gallero contra El Ratón Macías”, recordó en su columna semanal el actual presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaiman.
“Todo era alegría hasta que se abrió una puerta y de ahí salió una vaquilla, empezó a trotar, en realidad estaba chiquita y se veía débil, pero Tyson al verla se echó a correr y pegó un brinco espectacular llegando a la tribuna y poniéndose a salvo”, en ese entonces Tyson tenía 22 años iba invicto y además había vencido a peleadores como los peleadores legendarios Michael Spinks, Larry Holmes, Trevor Berbick, pero aún así decidió no arriesgarse con la vaquilla.
FCM