Luego de una carrera de 46 años, el entrenador tijuanense Abel Sánchez anunció que dejará de entrenar boxeadores y para eludir cualquier deseo de volver vendió el gimnasio Summit en Big Bear, California.
En entrevista durante la Convención número 60 del Consejo Mundial de Boxeo, el entrenador que ha estado en la esquina de 26 campeones mundiales en más de cuatro décadas, reveló que la decisión llegó más fácil de lo que pensaba.
“Ya es tiempo, acabo de cumplir 67 años y aunque es muy difícil separarme de todo esto que es el boxeo, mi familia merece tener más tiempo. No hubo reclamos de mi familia, pero reconozco que van creciendo los nietos y no estoy ahí compartiendo, quiero estar ahí en casa”, dijo el entrenador que dejó su natal Tijuana para buscar una vida diferente en Estados Unidos en donde se dedicó a la construcción – de la que se retiró en el 2008 – y al boxeo.
Para Abel el boxeador solo puede tener una carrera y al colgar los guantes se acabó, pero como entrenadores no tienen ni una, ni dos carreras tienen tantas como peleadores que llegan a su gimnasio, pues no solo están al pendiente de los campeones, también hay muchos peleadores que no llegan pero viven ahí en el gimnasio.
“Son como hijos y tienes que estar ahí desde 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde y me di cuenta de que no estaba pasando el tiempo suficiente con mi familia, acaba de nacer mi octavo nieto y quiero poder disfrutarlos”, dijo el hombre que estuvo en la esquina de Gennady Golovkin desde que el peleador dejará su natal Kazajistán para emigrar a Estados Unidos en busca de llevar su carrera al siguiente nivel y juntos llegaron a igualar la racha de mayor cantidad de defensas en la división media, 21.
La parte más complicada de la decisión, fue comunicarle a su boxeador más fuerte al momento el ucraniano Serhii Bohachuk – un peleador de 21-1 con 21 nocauts – que ya no podría estar en su esquina, pero aún no descarta de ayudar a quienes lo necesiten, pero ya no 12 horas en el gimnasio.