Fallout Shelter ha llegado a la sombra del anuncio del nuevo Fallout y a pesar de ello se ha convertido en unos pocos días en un auténtico fenómeno de masas cuyo éxito ha sobrepasado al legendario Candy Crush. Pero qué tiene este juego de gestión para convertirse en un auténtico bombazo. Pues en primer lugar la marca, Fallout es sinónimo de calidad y la aparición en el App Store ya aseguraba una legión de seguidores ávidos por conocer hasta qué punto podía trasladarse al iPad o al iPhone el universo post-apocalíptico de sus juegos. El otro factor es su alto grado de adicción: todo es simple, rápido y tras unos pocos minutos es fácil manejarse con auténtica soltura. Además el factor coleccionismo que potencia el juego hace que ese un minuto más y lo dejo… se alargue hasta el amanecer.
Fallout Shelter es un juego de gestión clásico: recoger recursos, crear salas y mejorarlas, colocar al personal en su sitio y crecer y crecer… El problema es que el inicio es un poco duro, haciendo honor al mundo estéril en que se desarrolla, y quizá por ello muchos jugadores han optado por el camino corto de hacerse con unos maletines salvadores a cambio de un poco de dinero, pero lo cierto es que con tesón y mucho tiempo se puede sacar el refugio adelante sin necesidad de una inversión monetaria. Algo que no pasa en todos los juegos y que es de agradecer en este.
Cada personaje del refugio cuenta con unos atributos (S.P.E.C.I. A.L.) que le hacen idóneo para unas determinadas tareas pero a través de salas de aprendizaje se pueden elevar sus aptitudes hasta convertirlos en maestros en determinadas tareas. Las prioridades en el refugio son energía, agua y alimentos, aunque también hay que conseguir medicamentos y suero antirradiación. Armas y vestimentas habrá que obtenerlas en el duro yermo donde esperan todo tipo de peligros.
El crecimiento de la base se puede realizar por dos vías: consiguiendo que los habitantes se relacionen entre sí o bien atrayendo nuevos vecinos, eso sí, el límite está en 200 habitantes. Cifra que no es difícil conseguir, así que los chicos de Bethesda tendrán que pensar en algo si no quieren que su nueva gallina de oro termine en la cazuela a las primeras de cambio.
Cuando el refugio se expande bastante es necesario mantener cierto orden para la partida no termine en un caos, el empleo de los trajes para determinadas acciones ayuda bastante a saber quién se dedica a qué si se opta por mejorar a todos los vecinos de la comunidad. Otro problema es que a partir de 200 personajes el refugio no puede crecer, así que las embarazadas se quedan así sine die y los que hacen cola para entrar están en el mismo caso. El problema de las primeras es que en su estado no son aptas para determinadas tareas: exploración del yermo, defensa del refugio, extinción de plagas e incendios…
Salvo estos pequeños escoyos el juego es adictivo, rápido e intuitivo, lo que le convierte en ideal para ser jugado en un dispositivo móvil, eso sí por el momento no hay conexión entre diferentes dispositivos.