Ona Carbonell, la capitana del equipo español, apura sus últimas días de preparación antes de viajar a Kazán el próximo 18 de julio para participar en el Mundial, la gran cita del año. La solista únicamente participará en cuatro (solo técnico y libre/dúo técnico y libre) de las ocho pruebas (si incluimos el dúo mixto) que tiene el campeonato, un cambio con respecto a Barcelona 2013, cuando nadó todo y se colgó siete medallas, bien argumentado: "Preparar todas las pruebas es mucho desgaste y a un año de los Juegos y después de hacerlo ya en Barcelona, decidimos que lo mejor era centrarse en el dúo y en el solo", explicó a AS.
En las pocas horas libres de que dispone, la solista española, que en su palmarés posee ya dos medallas olímpicas, intenta no despegarse de la sincro y ayudar a su crecimiento. Por ello, ha organizado un Campus en Amposta (Tarragona) que está visitando a lo largo de la semana. Poco le importan a Ona los casi 200 kilómetros que lo separan de su casa y las cuatro horas de viaje entre ida y vuelta. Nada más llegar, las 30 niñas apuntadas se abalanzan sobre ella. "Estas experiencias son muy bonitas", señaló.
Carbonell tiene muchas opciones de podio en la prueba de solo, en la que "siempre le he sacado dos puntos a la ucraniana"; en cambio, en dúo la pugna por el bronce (teniendo en cuenta la superioridad de Rusia y China) será más ardua. "Hemos trabajado muy bien e iremos a dar lo máximo", destacó. En esta modalidad, podría haber novedades. Ona nadaría con Paula Klamburg el dúo libre, pero con Clara Camacho el técnico.