Bob Arum no pierde el tiempo con sus boxeadores. La noche del 9 de abril, las cuatro peleas estelares las ganaron boxeadores de su establo: José Ramírez dio cuenta de Manny Pérez por decisión; Oscar Valdez acabó con Evgeny Gradovich en cuatro rounds; el “Zurdo” Ramírez derrotó contundentemente a Arthur Abraham y se coronó como campeón de peso súper medio de la Organización Mundial de Boxeo y Manny Pacquiao venció con autoridad a Timothy Bradley.
Pero justo ahora, la victoria del “Zurdo” es la que ocupa parte de su discurso.
La gente de Ramírez tuvo el buen tino de manejarlo correctamente, de entrenarlo a tope y con autoridad, el chico tiene decisión, ganas talento y determinación. Luego Arum supo acomodarlo en carteles donde luciera, en el sur de Estados Unidos principalmente programaciones de viernes por la noche donde lo colocó en el mercado estadounidense.
Entonces le llegó al oportunidad ante Arthur Abraham, a quien venció de calle pues le ganó todos los rounds. Fue tal la impresión que dejó Gilberto en Arum que ya le baraja rivales para la defensa.
Al primero que le lanzó el dardo fue a Julio César Chávez Jr., quien poco antes de la pelea de Gilberto mencionó que estaría dispuesto a pelear contra quien saliera ganador de Ramírez y Abraham. Luego de la victoria, Arum le mandó decir que si quería que el “Zurdo” le arrancara la cabeza que estaba bien.
Luego apuntó hacia un pez más grande (más disciplinado y mejor entrenado y con más talento que el Junior): Gennady Golovkin.
“Si Golovkin tiene las agallas, (el Zurdo) lo vencería igual que como lo hizo con Abraham”, sentenció Arum.
Del mismo modo, Tom Loeffler, promotor de Golovkin, dice que la pelea con Gilberto es una probabilidad.
“La prioridad inmediata si todo sale con Wade es buscar la pelea con ‘Canelo’ por el cinto medio absoluto del Consejo Mundial de Boxeo. Si por alguna razón ‘Canelo’ decide no pelear, entonces contra Ramírez sería la mejor pelea disponible después de ‘Canelo'”, aseguró el promotor de Golovkin.
Así que ya se le empieza bosquejar el futuro a Ramírez, aunque de las habladas a los contratos suceden un millón de cosas del tipo que tumban las peleas.