Cuando Erika Cruz era pequeña, su madre le pedía que se hiciera boxeadora, pues quería verla como campeona mundial; sin embargo, la muerte las separó cuando Erika apenas tenía 13 años, pero Dinamita nunca olvidó esa plática y no solo se coronó campeona del mundo, ahora está ante las puertas de disputar un campeonato indiscutido. El sueño de cualquier pugilista.
“Que mi mamá me dijera algo así me marcó muy duro. Tal vez ni ella, ni yo, sabíamos el significado de esas palabras, pero es lo que hasta ahora me hace seguir adelante. Quiero darle a mi país su primera campeona indiscutida, quiero darle eso a las mujeres y a la Guardia Nacional que tanto me apoya, pero sobre todo a mi mamá. Sé que si ella estuviera viva, estaría orgullosa”, platica en entrevista con MILENIO-La Afición.
Erika es boxeadora y subagente de la Guardia Nacional; ahora está en la recta final de su campo de entrenamiento pues el 4 de febrero, en el mítico Madison Square Garden, se medirá a la legendaria boricua Amanda Serrano con las coronas plumas de la Asociación Mundial de Boxeo, Consejo Mundial de Boxeo, Federación Internacional de Boxeo y Organización Mundial de Boxeo en juego.
“Me siento emocionada por la oportunidad que llegó después de mucho tiempo de trabajo y de esfuerzos. Estoy convencida de que daré una gran pelea a Amanda. Yo la admiraba mucho y soñaba con en algún momento enfrentarla, pero era como solo eso... un sueño, y ahora está aquí. Se me cumplió”, recuerda.
Un camino de superación
Para Érika Cruz la vida no ha sido fácil, pero procura hacerle frente como a sus oponentes en el ring. Apenas tenía 15 años cuando se convirtió en madre soltera, pero eso no la ató para desarrollarse como boxeadora, al tiempo que logró ingresar a la policía y decidió estudiar la licenciatura de Derecho.
Pero el boxeo es algo que trae en la sangre, una pasión heredada por su padre don Guillermo, quien allá en el 73 se enfrentó al Pipino Cuevas y lo venció por decisión, un castigo que lo dejó orinando sangre por 10 días.
“De mi padre lo he aprendido todo, pues no solo es mi entrenador, me ha ayudado a entender muchas cosas. Desde no tenerle miedo a mis rivales, pero sí el respeto, hacia la historia del boxeo que es bueno saber para entender. Él fue el que me dijo que fuera agradecida con Dios porque me lleva a lugares diferentes a pelear, pero al final me dijo: ‘el ring es lo mismo aquí y allá. Entonces tienes que estar concentrada y no achicarse. Porque así como ella es fuerte, tu también. A ella le duelen los golpes igual que a ti’”.
Por un golpe histórico
Dinamita Cruz sabe lo que hay en juego para esta pelea, por eso entre más pueda sumar a su causa, será mucho mejor; además, como gran admiradora del boxeo de antaño, ve similitudes entre el legendario Salvador Sánchez y lo que le está tocando vivir a ella en este momento.“Yo admiro mucho a Salvador Sánchez porque a él le pasó lo mismo que yo. Iba en calidad de víctima y tuvo una de las más grandes noches del boxeo mexicano, quiero repetir la historia y de hecho en honor a él y su trayectoria, llevaré la combinación de colores que él usó. Quiero hacerle honor a él y darle a México una gran noche”, abunda.
De boxeo aguerrido y poco ortodoxo, Erika sabe sus fortalezas y adelanta que ante Amanda Serrano no pondrá ningún tipo de barrera, pues sabe lo que es ir con papel de víctima y salir con la mano en alto. En 2021 acabó con una racha de 10 años invicta de la peligrosa canadiense Jelena Mrdjenovich; ahora va por un golpe más certero en su carrera profesional.
En estos días en los que está cerrando su preparación y se alista ya para viajar a Nueva York y cumplir con la pelea más importante de su carrera deportiva, Érika no deja de pensar en las palabras de su madre, y concluye que si ella le dijo que sería una campeona… fue por algo.
FCM