Kevin Owens y Sami Zayn se conocieron en 2002. Antes de pensar en WWE, ellos lucharon en sótanos, bares y salas de billar de Montreal, Quebec, en Canadá. Se hicieron de un nombre en la escena independiente siendo hermanos. Ahora, luchan por eliminar al otro de su camino.
Zayn supo de la existencia de Kevin por compañeros de pequeñas empresas de Canadá. "Siempre hablaban de Kevin como el mejor en Quebec", recuerda. Pero pese a las cualidades en el ring, consideraban a Owens como "un idiota". Sami no lo pensó así cuando se vieron por primera vez.
Owens supo de Sami en un evento de lucha libre en 2002. Él peleaba, mientras Zayn estaba entre el público siendo él mismo: escandaloso y emocionado. Estaba acompañado de amigos de Kevin y este pensó "qué molesto es". Pero esa era su personalidad y aprendió a aceptarlo.
Tenían muchas cosas afines, las mismas metas y sueños. Los unía la pasión por el wrestling. Ambos querían llegar a WWE. Se convirtieron en hermanos, según dice Owens. Para Zayn eran un equipo que salió de Quebec para conquistar Estados Unidos y el mundo.
No planearon ser amigos, tuvieron que serlo. Zayn quería internacionalizarse. Se concentró en ser luchador. Kevin se casó y tuvo un hijo, pero concentrando su futuro en la lucha libre. Pasaron caminos de ocho a diez horas juntos en viajes de carretera. Sus personalidades eran opuestas, pero complementarias.
Zayn cree que Kevin "es muy agresivo" en el ring. "Me ha golpeado peor que nadie", afirma. "Construí una tolerancia al dolor luego de luchar con Kevin". Mientras que Owens afirma que "siempre disfruté luchar contra él o haciendo equipo con él".
Su equipo era completo. Sus polarizaciones los hacían únicos y explicablemente eficaces. Fueron campeones en pareja dos veces en Pro Wrestling Guerrilla y una vez en Ring of Honor. Pero todo eso terminó cuando Zayn logró arribar casi dos años antes que su hermano a WWE.
ESTABA FELIZ Y FRUSTRADO
Cuando Owens se enteró que Zayn fue contratado en WWE se sintió feliz por su amigo, pero frustrado por no tener la misma oportunidad. Estaba bajo contrato en otra empresa y no tenía ningún contacto en WWE. Ese nexo terminó siendo Sami, quien lo ofreció como el 'gran luchador'.
Ser contratado por WWE es un proceso lento. Tienes que llamar la atención de la empresa. Estar en el radar para hacer una prueba. Después convencerlos. Construir referencias. Luego ser convocado para negociar.
Pero Owens llegó. Debutó en NXT la misma noche que Sami Zayn se coronó -luego de mucho batallar- campeón de la marca amarilla. "Había tristeza e ira esa noche", precisa Sami luego de ser traicionado por su amigo.
"No puedo decir que estaba en conflicto, porque siento que lo que hice tenía que hacerse. Lo que hice no era personal. No fue debido a Sami ni nada en nuestra historia. Fue porque Sami simplemente ganó el título y después de esperar tanto tiempo como lo hice para llegar a WWE y NXT, me negué a esperar más", señala Owens.
La tristeza y heridas de Zayn se transformaron en rabia. "Una pequeña parte de mí también se sintió como un tonto, que debería haber visto venir [la traición], dada nuestra historia. Hemos sido amigos, enemigos y todo lo demás".
Kevin Steen, conocido en WWE como Kevin Owens, tiene en la industria 14 años. "He arañado mi camino hasta aquí y luchado por todo lo que tenía". Tiene dos hijos y una esposa a los que desea cuidar siendo campeón mundial. Desea honrar la educación que le dieron sus padres para hacerles ver que valió la pena todo lo que hizo.
EL PRIMER CAPÍTULO
Rami Sebei, más conocido como Sami Zayn en WWE y como El Generico en las ligas independientes también estuvo frustrado. Vio lesionado como Owens debutaba primero en las grandes ligas -aunque él tuvo una lucha antes- sorprendiendo al mundo al derrotar de forma limpia a John Cena.
Regresó en Royal Rumble 2016 para quedarse y frustrar la ambición de Owens de obtener el WWE World Heavyweight Championship. Desde entonces, con aciertos y desastres en la guionización de su historia se gestó su primera lucha mano a mano para Payback 2016.
Son hermanos y rivales, y como suele pasar en leyendas, novelas, wrestling y la vida misma parecen estar destinados a enfrentarse, amistarse, enojarse, ser hermanos, odiarse, competir y respaldarse el uno al otro una y otra vez. WWE tiene en ellos una rivalidad con potencial de ser legendaria.
"Sigo pensando que somos amigos. Todavía lo considero un hermano" dice Owens. "Me gusta pensar que aún me considera su amigo", afirma con la esperanza que Sami comprenda sus acciones.
Zayn es más escéptico, "Las cosas más extrañas han sucedido entre Kevin y yo. Hemos sido amigos y enemigos muchas veces más de las que puedo contar. Es siempre una o la otra". afirma. "Creo que al final del día, cuando nos fijamos en la historia entre nosotros, creo que estamos destinados a luchar siempre"