25/11/2024

Cómo ser Campeón Mundial en un año – La hazaña de Tetsuya Naito

Jueves 12 de Mayo del 2016

Cómo ser Campeón Mundial en un año – La hazaña de Tetsuya Naito

El 10 de abril en un evento llamado Invasion Attack, sucedió algo que cambió totalmente el panorama en New Japan Pro Wrestling, una de las compañías más grandes de lucha libre en el mundo:…

El 10 de abril en un evento llamado Invasion Attack, sucedió algo que cambió totalmente el panorama en New Japan Pro Wrestling, una de las compañías más grandes de lucha libre en el mundo:…

El 10 de abril en un evento llamado Invasion Attack, sucedió algo que cambió totalmente el panorama en New Japan Pro Wrestling, una de las compañías más grandes de lucha libre en el mundo: Tetsuya Naito derrotó a Kazuchika Okada para obtener el Campeonato Mundial Pesado IWGP. Un hombre que hace un año era causa de indiferencia en el público, hoy es una estrella en Japón. Un hombre que era abucheado en las arenas por su ‘injustificada’ posición en la compañía, hoy tiene al público comiendo de su mano.

Tal vez te estarás preguntando ¿por qué tendría que interesarme por un simple cambio de campeonato?, ¿qué tiene de especial la victoria de Naito? Ni siquiera veo lucha japonesa, ¿por qué debería importarme este hombre? La respuesta es simple: lo que hizo Tetsuya Naito en el lapso de un año es algo impresionante y un ejemplo a seguir por cualquier luchador y compañía en el mundo. Roman Reigns está sufriendo lo que alguna vez sufrió Naito y la WWE podría aprender de lo que sucedió con el ahora campeón mundial de NJPW.

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Hace aproximadamente 12 meses, Tetsuya Naito era un midcarder, un luchador con potencial, entretenido, pero que difícilmente podríamos ver en el evento estelar por su pasado y falta de carisma. Hoy podríamos decir que Naito es uno de los mejores luchadores del mundo. Para comprender cómo sucedió esta transformación de un aburrido luchador a una mega-estrella en Japón, hay que examinar su pasado.

Tetsuya Naito comenzó a entrenar a los 18 años con Animal Hamaguchi y después de impresionar por varios años, llegó a NJPW e hizo su debut en el 2006. Desde sus años de ‘novato’ era claro que Naito tenía un enorme futuro, pues mostraba grandes dotes atléticos en sus siempre entretenidas luchas.

Pronto la compañía lo emparejó con Yujiro Takahashi para formar el equipo ‘No Limit’. Juntos fueron campeones y tuvieron gran éxito en la división de parejas de la compañía. En el 2009 fueron enviados a TNA y CMLL para obtener experiencia. Como era de esperarse, Dixie Carter y Vince Russo desperdiciaron el talento de los nipones en TNA, pero en México, Naito obtuvo invaluable experiencia trabajando como rudo en contra de luchadores como Atlantis, Black Warrior y El Texano Jr. Al regresar a Japón, siguió haciendo equipo con Takahashi y poco a poco comenzó a tomar su camino como luchador en solitario, incluso retó a Jeff Hardy por el Campeonato Mundial TNA en Wrestle Kingdom V.

En los próximos años, la compañía fue impulsando poco a poco la popularidad de Naito, enfrentándolo con nombres importantes como Tanahashi y Nakamura. Es importante acentuar que durante todo este tiempo, Naito trabajó como técnico (o babyface) con el apodo de “Stardust Genius” (algo así como el Genio del Polvo de Estrella). La verdad es que no tenía chiste, lo único que hacía era alargarse el ojo con la mano y hacer una pose, nada más.

Avancemos hasta el G1 Climax 2013, un evento clave en la carrera de nuestro protagonista. El G1 Climax es un prestigioso torneo que se lleva a cabo cada año en NJPW y cuyo ganador obtiene el privilegio de retar por el campeonato de su elección en Wrestle Kingdom (el equivalente de Wrestlemania en Japón). Ese año Naito estuvo lesionado, pero regresó a tiempo para el torneo y superó a luchadores como Nakamura, Suzuki y Karl Anderson para llegar a la final y vencer a la cara de la compañía: Hiroshi Tanahashi.

Después de ganar el G1 Climax, se dirigió al público y lo primero que dijo fue: “Pensé que no me iban a recordar” (refiriéndose a su periodo lesionado). Alguna  vez, Tanahashi comentó acerca de este promo.

“Esa línea era innecesaria. Por el video promocional que pasaron antes de la lucha, ya todos en la arena sabían de su lesión y la ansiedad por la que pasó. No obstante, el hombre habló en un tono de abnegación. Tal vez algunas mujeres en el público se iban a sentir mal por Naito, pero si de verdad quería llegar a la cima, yo creo que debió haber declarado algo más fuerte y claro como ‘Tetsuya Naito está de regreso! Voy por ustedes, Tanahashi, Okada!”

El punto que hizo Tanahashi fue muy importante y cierto. Naito todavía no lograba conectar con el público, su personaje no estaba desarrollado y todavía no tenía el cerebro para ser un protagonista de la compañía. Todavía no sabía cómo crear expectativa hacia su persona para que la gente le aplaudiera.

New Japan estaba impulsando a la luna a un luchador que parecía todavía no estar preparado para el evento estelar. El público japonés inmediatamente se dio cuenta de ello, comenzó a rechazarlo y a pesar de ser técnico, se comenzaron a escuchar abucheos durante sus luchas. ¿Se les hace conocido? Antes de Roman Reigns, fue Tetsuya Naito.

Al ganar el G1 Climax, Naito retaría a Kazuchika Okada (otra cara joven de la compañía ya convertida en estrella) por el Campeonato Mundial Pesado IWGP en el evento estelar de Wrestle Kingdom 8. Pero ante la negativa del público, NJPW no tuvo más remedio que ‘mezclar’ las cosas, permitiendo que los propios fanáticos votaran por la lucha que quisieran ver en el evento estelar: Okada vs. Naito o Tanahashi vs. Nakamura por el Campeonato Intercontinental… esta última ganó la votación de manera aplastante

De esta manera Naito terminó perdiendo su lugar en el evento estelar de WK8, siendo relegado a la penúltima lucha y perdiendo ante Okada. El rechazo fue masivo.

Durante el 2014, Naito siguió con su mismo personaje obteniendo resultados mediocres. Tras la expansión de NJPW  a principios de 2015, más fanáticos internacionales pudieron disfrutar de sus luchas, pero la opinión era la misma: el hombre no iba a poder llenar arenas. Recuerdo perfectamente ver su nombre en un cartel y sentir total indiferencia, diciéndome “Sí, la lucha no será aburrida, pero sinceramente si me la pierdo, no pasa nada”.

Ahora quiero que se pongan en los zapatos de Naito…el hombre es un gran luchador, muy entretenido y por su persona, debería ser amado por todos… pero no: había algo mal y no podía conectar con el público, tal vez no había ganado las suficientes luchas como para obtener el respeto de los japoneses o tal vez su ‘push’ fue muy pronto. Aquí fue donde comienza el gran cambio en Naito.

Antes de abandonar México durante su primer viaje, Naito dijo que le gustaría regresar: y así lo hizo. El nipón iba unas semanas a tierras aztecas y se regresaba a Japón. Ninguna de estas ‘expediciones’ fueron tan importantes como la que realizó en mayo del 2015. Sin duda un momento vital en su vida.

Durante este tour, Naito entró a Los Ingobernables, una facción ruda muy importante en México y participó en varias luchas a lado de su amigo La Sombra. La verdad es que no se hizo mucho ruido de esta visita, en lo personal, ni siquiera noté su ausencia de NJPW… pero cuando Naito regresó a Japón, ya era otro.

Naito cambió radicalmente todo su personaje: ya tenía una descuidada barba y portaba un elegante traje; su entrada era algo muy raro, pues se tardaba como 5 minutos en tan solo llegar de la rampa al ring, viendo con indiferencia a fanáticos, compañeros de equipo o cualquier persona que se le acercara. Así como nosotros pensábamos de él, ahora él pensaba de nosotros.

Después de su larga ‘caminata’ al ring, Naito se tardaba todavía más en quitarse el traje para comenzar la lucha. Sus oponentes no podían más que esperar con ojos de frustración y desesperación. Al sonar la campana, un totalmente desinteresado Naito bostezaba y mostraba poco interés en entretenernos, parecía que solo seguía la lucha por compromiso, siempre con esa mirada en el rostro que decía “No tengo interés en lo que estoy haciendo”. Al intercambiar golpes o movidas con alguien, en vez de terminar la secuencia con algo espectacular, le escupía al oponente, cuando tomaba impulso para lanzarse hacia afuera del ring, súbitamente decidía recostarse en el mismo y hacer una pose para burlarse de sus oponentes y del público.

Esa apatía que mostraba Naito era odiosa. Su lenta y larga entrada al ring, desesperante. Antes eran abucheos de inconformidad, ahora eran abucheos de ODIO. Y lo pongo con mayúsculas porque de verdad el hombre poco a poco se convirtió en una máquina de ‘calor’, pues la indiferencia de Naito va en contra del espíritu de New Japan.

Los fanáticos le habían dado la espalda a Naito, habían votado por sacarlo del evento estelar del show más importante del año, así que el hombre respondió de la mejor manera posible. Diciéndonos a través de todas sus acciones: “¿No me apoyan? ¿Para qué diablos voy a luchar para entretenerlos?” Tetsuya Naito era un Ingobernable.

Para poner la cereza en el pastel, al acabar sus luchas, un triunfante Naito agarra el micrófono proclama su triunfo y dice en español su nueva frase favorita: “Tranquilos, japoneses”. Si alguien lo insulta y lo llama flojo, él simplemente responde “Tranquilo”. A pesar de que su actitud disguste a arduos trabajadores como Goto, Shibata y Tanahashi, Naito siempre usa su mantra para faltarles el respeto.

Pero ‘Tranquilo’ va más allá de simplemente la lucha libre y sus fanáticos; también es un comentario en contra de la sociedad japonesa, en contra del estilo de vida de ‘trabajar como zombie’ que se lleva en ese país. El personaje de Tetsuya Naito representa una rebelión en contra de la costumbre japonesa de siempre trabajar duro.

Mientras en WWE, los escritores obligaron a Roman a intentar ser chistoso para agradarle al público (algo que claramente falló), Naito tuvo la libertad de decirle a los fanáticos y al pueblo japonés: “Jódanse”.

A Naito claramente no le importaban las luchas en parejas, en las cuales siempre hacía el mínimo esfuerzo por darle el relevo a sus compañeros. Ganar o perder en eventos en vivo y luchas de este tipo dejó de ser importante para el Ingobernable, pero luchas que de verdad importan, como el G1 Climax, aquí sí se ponía las pilas.

En el G1 Climax 2015, Naito obtuvo la atención de todos pues a pesar de su frustrante estilo y negativa actitud, nos regaló fabulosas luchas, incluso obteniendo victorias de gran importancia frente a AJ Styles, Tanahashi y Kota Ibushi, claro, siempre bajo una lluvia de abucheos y nunca cambiando su psicología.

Poco a poco, lo que este hombre hacía se volvió captivante. No podías dejar de preguntar ¿por qué está haciendo eso?, ¿qué sigue?, ¿de qué manera se burlará de su oponente?.  La que parecía una infinita espera durante su entrada, poco a poco se estaba convirtiendo en anticipación por ver su psicología en el ring. El estilo entretenido y técnicamente impecable que había usado por tantos años seguía ahí, pero con un toque de frialdad, dando como resultado que cada lucha de Naito se convirtiera en una historia.

Pronto Los Ingobernables de Japón comenzó a crecer. EVIL (antes Watanabe) y Bushi se integraron a la facción, aumentando las interferencias y la violencia no solo en contra del resto de luchadores, sino contra réferis, anunciadores y hasta comentaristas.

En marzo de este año, Naito ganó la New Japan Cup, algo que le da la oportunidad de retar por el Campeonato Mundial Pesado IWGP. La indiferencia del Ingobernable es tanta que tomó el micrófono y dijo que no le importaba el campeonato… pero el campeón Okada, lleno de orgullo eventualmente lo convenció a tomar la lucha que tomaría lugar en NJPW Invasion Attack.

La historia no podía ser mejor. Naito: ahora un hombre con cultura y familia propia, se enfrenta a la joven cara de la compañía, un hombre que nunca ha podido derrotar en una lucha de importancia: Kazuchika Okada. La lucha que debió haber sido el evento estelar de WK8, tendría lugar de nuevo. Pero esta vez el público estaba detrás de Naito.

Esa noche en el Ryogoku Sumo Hall, Naito trascendió toda barrera y al salir, el público lo recibió con una enorme ovación. Ellos habían comprado su boleto para verlo. Finalmente, después de la humillación sufrida años anteriores, Naito había encontrado la manera de tenerlos comiendo de la palma de su mano.

Durante la lucha, Okada, quien suele estar en control de sus contiendas, parece enojado, incómodo y bajo el dominio psicológico de Los Ingobernables. Pronto Naito comenzó a hacer todo tipo de trampa para ‘romper’ al campeón, ordenando a sus amigos que golpearan a su manager, Gedo, usando golpes bajos y aprovechando distracciones del referee. Okada hace todo lo posible por derrotar a Naito, pero cada vez que está cerca de la victoria, el Ingobernable saca una trampa de la manga para obtener de nuevo el control. La trampa se ha vuelto parte de la rutina de Naito. ¿Qué importa que la lucha sea por el Campeonato más importante de todo Japón? Las reglas no importan. La compañía el campeonato y los fanáticos no merecen el respeto de Los Ingobernables.

Entre el caos de la lucha, aparece un nuevo miembro de los Ingobernables: Sanada. Nadie en el público lo reconoce: todos han olvidado a un hombre que tuvo una gran carrera en AJPW y que ha enfrentado a grandes como AJ Styles, Minoru  Suzuki y The Great Muta. Pronto todos lo recordarán. Sanada es una gran adición a Los Ingobernables de Japón.

Con ayuda de Sanada, pronto Okada cae derrotado al ver su famoso finisher, el Rainmaker, ser contrarrestado en un Destino, maniobra con la cuál Tetsuya Naito se convierte en Campeón Mundial. El público está de pie… el destino de Naito se ha cumplido.

Para cerrar con broche de oro, Naito recibe el Campeonato. ¿Saben qué hace con él? Lo arroja al aire como si fuera basura, dejándolo en el piso cual deshecho no digno de su atención. El título no hace al hombre, el hombre hace al título. Tetsuya Naito es oficialmente una mega estrella y no necesita de ningún cinturón para demostrarlo.

Por su actitud desafiante, ya han surgido comparaciones con Stone Cold, con el Kevin Steen de ROH y otros nombres importantes, pero el personaje del Ingobernable Tetsuya Naito es distinto a todos ellos.

En mayo del año pasado, Naito comenzó la transformación que acabo de describir. Le basto una excursión a México, bendito México que tanto ha ayudado a luchadores japoneses a encontrar una base. Naito usó el personaje Ingobernable cultivado en México y lo alimentó con su pasado, nutriéndolo de la humillación sufrida a manos de todos los fanáticos.

El booking de la compañía fue la causante de lo que sucedió después del G1 Climax 2013. Pero como dicen… todo pasa por algo. Y hay que darle crédito a NJPW por dejar a Naito encontrar su propio destino y crear su propia psicología. Ante el duro golpe de perder a AJ Styles, Nakamura, Gallows y Anderson, la compañía necesitaban algo que reafirmara la fe de los fanáticos y por fortuna este renacimiento se ha convertido en oro puro.

Lo que logró hacer este luchador en el periodo de un año es para tomar nota, es un ejemplo de como usar todo lo que te han puesto en tu contra para reinventarte. 

No importa si la compañía cometió un error contigo, no importa qué tan grande sean las expectativas y qué tan bajo has caído, Tetsuya Naito nos ha enseñado que a pesar de que el mundo se te venga abajo, siempre hay que permanecer TRANQUILOS.

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