03/05/2024

Vaquero Navarrete, el boxeador mexicano que se formó como albañil

Hace un año

Vaquero Navarrete, el boxeador mexicano que se formó como albañil

Conoce la historia de Emanuel Vaquero Navarrete, el boxeador mexicano que se formó como albañil y se mantiene humilde con el pueblo

Conoce la historia de Emanuel Vaquero Navarrete, el boxeador mexicano que se formó como albañil y se mantiene humilde con el pueblo

Lejos del glamur de las joyas, relojes, ropa de diseñador y autos de lujo que cualquier campeón del mundo porta a la primera oportunidad, Emanuel Navarrete viste de manera casual y sencilla pese a que en su vitrina ya hay tres títulos mundiales. No necesita ser ostentoso para que la gente de San Juan Zitlaltepec -en Zumpango, Estado de México- lo ubique, lo admire y lo respete. El Vaquero, pese al nombre que ya se ha ganado en el mundo de los puños, descarta moverse del pueblo de toda su vida, mucho menos ahora que ya avizora el retiro.

“Orgullosamente soy un campeón de pueblo, de aquí de mi rancho de San Juan y de México. Yo soy de tacos, gorditas, pozole y pancita, entonces en el gabacho (Estados Unidos) no me hallo; todos me dicen que por qué no me voy para allá si está más fácil y siempre les digo: yo qué hago allá, me siento bien contento aquí, disfruto mucho todo lo que hay aquí y de todo lo que tengo en mi rancho; me siento bien, muy a gusto, aquí nací, crecí, me desarrollé”, dice en entrevista con MILENIO-Televisión.

Te catalogan como el mejor peso pluma del mundo y estás en ese grupo selecto de mexicanos con tres títulos mundiales, junto a Julio César Chávez, ¿cómo te sientes de todo esto?

Pues nada, solo me da gusto haber podido ser tres veces campeón, pero realmente no siento como una diferencia, me siento igual, tranquilo.

Entrenamiento del "Vaquero" Navarrete. │ Juan Carlos Bautista
Entrenamiento del "Vaquero" Navarrete. │ Juan Carlos Bautista

Antes de boxeador, fuiste albañil, ¿te ayudó en algo trabajar en la construcción?

Yo solamente estudié la primaria y la secundaria, al concluir me tocó trabajar en la construcción como albañil junto con mis hermanos a quienes les ayudaba; fueron como tres años, entrenaba y trabajaba, se me complicaba porque a veces tenía pelea en 15 días, pero yo tenía que seguir trabajando en la construcción, hasta que se me dio la oportunidad de enfocarme en el boxeo y pues ahí logramos esta oportunidad. Inconscientemente fortaleces tu cuerpo, te mantienes dinámico. Yo corría por la mañana y luego la friega de ocho horas trabajando terminó por ayudarme.

¿Cómo te trata la gente de San Juan?

Realmente desde que me convertí en campeón mucha gente me pide fotos, en la calle todos me saludan, comenzaron a ver al Vaquero como algo normal; la verdad cuando camino por el pueblo parezco presidente, a todos saludo, no me quita nada el saludar o tomarme fotos, y lo hago con mucho gusto.

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¿Qué haces para mantener la humildad?

Trato de tener una vida propia, que nadie se meta y eso me ha ayudado, mantengo muy privado el tema de mi familia. Mi papá y mi entrenador han sido personas muy centradas e hicieron escuela conmigo, y me ayudó a desarrollarme de otra forma, no me gustaría ser como esas personas que me he topado en el transcurso de mi carrera; por respeto a mi familia no dejo que se me suba.

¿Qué es lo más complicado de esta carrera?

Lo más difícil, las dietas, el peso, esa parte; la preparación es de poco más de tres meses, desmañanarse, agarrarte a golpes diario. Por ser alto me cuesta marcar la división y cuando me tocan las dietas es una batalla personal para dar el peso, eso me ha costado mucho

¿Cuáles son las metas del Vaquero Navarrete?

A corto plazo quiero defender el título en las 130 libras. A mediano plazo, y si el cuerpo me lo permite, unas cinco defensas del título mundial. A largo plazo, retirarme, no me quiero quedar mucho tiempo en el boxeo, yo creo que a los 30 años (tiene 28 años). Estoy bien, me siento a gusto con lo que he hecho, así que podemos decir adiós satisfechos.

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¿El Vaquero se está preparando para el retiro?

Trato de invertir en bienes raíces, tengo unas inversiones poco importantes y todavía le falta un poco, unos dos o tres años más para que se acaben de consolidar; fuera de eso, me dedicaré a mis hijos, darles tiempo y si quieren ser boxeadores tendré que andar detrás de ellos en el mismo relajo.

¿Cómo te gustaría ser recordado en el boxeo?

Esa parte no me mueve tanto, nunca he dicho: ‘ojalá que me recuerden de esta forma’, con que mis hijos me digan ‘gracias papá’ o algo así. Con el hecho de que mi papá y mis hermanos, que son la familia principal, estemos bien y sepamos qué onda, ya lo demás no me molesta. Que digan que boxeo feo, que soy el número tal del ranking, no me mueve, la verdad no me inquieta.

¿Alguna vez pensaste en tirar la toalla?

No… tal vez cuando tuve una lesión de esas crónicas que me ha molestado mucho sí, pero siempre trato de ser positivo. Pasé por algunas carencias, aunque esta no es la típica historia del peleador que no tenía para comer o cosas así. Sí hubo carencias, pasé por guantes rotos donde yo ocupaba y no había para comprar, pero aún así sabía que más adelante podíamos hacer algo. Ahora, gracias a Dios, no hay tantas carencias y eso me da mucho gusto. 

Entrenamiento del "Vaquero" Navarrete. │ Juan Carlos Bautista
Entrenamiento del "Vaquero" Navarrete. │ Juan Carlos Bautista

Pedro Navarrete, el Vaquero original, ¿qué significa en tu vida?

Es mi segundo padre. Desde los siete estoy aquí con él. Me jaló las orejas y me regañó muchas veces, yo fui muy necio de morrillo, hiperactivo, yo corría como loco, traía la cuerda para todos lados y esa parte él la fue limitando. Mi papá trabajaba de ocho a ocho, nada más lo veía en las noches y a Don Pedro lo veía toda la tarde; con él llevo 21 años conociéndolo, me ha criado mucho, tal vez no más que mi papá, pero sí influyó mucho en mi desarrollo como boxeador y como persona.

¿Cómo surge el mote del Vaquero?

Don Pedro es mi entrenador principal, él me dio toda la escuela, después por sus hijos: Pedro Navarrete Montaño, quien también fue boxeador (30-25-3, 19 KO’s) y Jhony Navarrete Montaño (35-19-2, 15 KO’s), a ellos les dicen Vaqueros. Yo siempre andaba con ellos a todos lados y la gente empezó a decirle: ¿qué pasó Vaquero?, y yo les decía que yo no era el Vaquero y me decían: ‘¿eres Navarrete y vienes con los Navarrete, no? Y yo, sí, entonces eres Vaquero’ y así me empezaron a ubicar. En una pelea hablé con Don Pedro y le dije: ¿voy a ser o no el Vaquero?, sé que es sobrenombre, ¿qué hacemos? Y me contestó: ‘Yo encantado, con mucho gusto que lleves mi apodo’. Yo estoy muy contento de que tengo al menos de mi entrenador sobrenombre, aparte del apellido también.



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