El verano está resultando financieramente positivo para un Espanyol que, sin embargo, ha visto cómo perdía en apenas un par de días a los dos jugadores que aportaban al equipo ese factor diferencial que les distinguía del resto de rivales de la zona media: Sergio García (destino Al-Rayyan) y Lucas Vázquez (de vuelta al Real Madrid). Pierde la plantilla una magia que se deberá recuperar en parte con fichajes, pese a que el área técnica ni siquiera sabe cuál es la cantidad ahorrada en fichas que podrá reinvertir en refuerzos.
La masa salarial del primer equipo se ha aligerado en cerca de 4,2 millones de euros respecto a la pasada temporada solo con la baja de tres jugadores: Diego Colotto, Felipe Mattioni y el citado Sergio García. Es decir, que ahora ronda por debajo de los 14 ‘kilos’, a la espera de incorporaciones. Una cantidad récord, teniendo en cuenta que el club dispone, según el reglamento de la LFP, de un límite salarial cercano a los 32 millones.
Además, la entidad perica percibirá un millón de la venta de Lucas, por quien finalmente no han tenido que abonar los 500.000 euros estipulados en la cláusula de compra que pretendían hacer efectiva antes del recién iniciado mes de julio. Todo ello, sin contar lo que se ahorrarán de la ficha del extremo, como tampoco el 25 por ciento que extraerían de una futura venta, ni las cantidades que se le adeudaban a Sergio García y que han sido condonadas en su rescisión (se habla de cerca de dos millones más por lo que evitan pagar entre el IVA y el IRPF en un hipotético traspaso).
Un negocio prácticamente redondo de no ser por lo que se pierde deportivamente y porque, debido a los inminentes pagos a Hacienda, el club sigue necesitando realizar una venta este verano. Y Héctor Moreno sigue siendo el mejor situado para salir. No basta con el ahorro, se precisan ingresos.
Pero más urgente aún se antoja reforzar la plantilla. El primero en llegar será Jorge Franco ‘Burgui’, que llegará cedido desde el Real Madrid Castilla como polivalente en la línea de tres cuartos —mediapunta y hábil por bandas—. Pero harán falta un central (con otro en la recámara, a expensas de Moreno), un extremo y la piedra filosofal: un sustituto para Sergio García. Más que un delantero goleador, podría llegar un jugador capaz de dar el último pase.