Con la llegada de AJ Styles en la pasada edición de la Royal Rumble. El Universo WWE esperaba el comienzo de la “era Fenomenal”, no es para menos. El luchador nativo de Georgia es considerado uno de los talentos más prodigiosos que hubo en la industria de la lucha profesional. Sin embargo, las cosas no parecen verse bien, pues en lo que va de su periodo con la máxima promoción americana Styles solo consiguió una victoria en PPV, situación que indigna a los fanáticos alrededor del globo.
El legado que construyó en más de una década con TNA fue una pieza angular en el camino de Styles para lograr convertirse en una sensación que solo se haría más fuerte durante su estancia en New Japan Pro Wrestling, donde reemplazó a Finn Balor como líder del Bullet Club y alcanzó el Campeonato Máximo de dicha promoción en dos instancias.
Los rumores de su arribo a WWE comenzaron a tomar impulso entre Octubre y Noviembre del año pasado, ya que su contrato con NJPW estaba llegando a su fin y se hacía eco de que iba a cancelar sus fechas con Ring of Honor para poder debutar en la compañía de Vince McMahon sin ningún inconveniente. Dichos rumores incluían la adquisición de Karl Anderson y Luke Gallows quienes también eran miembros clave del Bullet Club.
Finalmente AJ Styles debutó en la Royal Rumble entrando como tercer participante, la multitud enloqueció y pronto se preguntó cómo sería el desempeño del Fenomenal.
En términos luchisticos AJ es increíble, logró adaptarse al estilo de WWE sin ningún problema y hasta el día de hoy brindó combates que son calificados como espectaculares. Rivales como Kevin Owens, Sami Zayn y Roman Reigns sacaron jugo de un veterano que parece que tiene mucho combustible por gastar en un recorrido que sin dudas puede llegar a ser muy memorable.
¿Pero por qué la duda del éxito entonces? La respuesta es sencilla.
Cuando Gallows y Anderson debutaron atacando a los Usos en RAW el Universo WWE comenzó a especular con una formación estadounidense del monstruoso Bullet Club, facción que se caracteriza (pues aún sigue vigente en ROH y NJPW) por ser dominante con sus rivales, condición que mantuvo desde su formación en el año 2013.
Es muy importante tener en cuenta el factor del poderío del Club, ya que fue lo que incentivó en gran medida la llegada de Styles, Gallows y Anderson. Ellos en Japón eran vistos como invencibles, muy pocos podían darse el lujo de darles una paliza, paliza que por desgracia en WWE fue brindada por los Usos y Roman Reigns.
Y el problema radica ahí exactamente. En el camino a Payback el denominado “Club” fue sometido a pérdidas de credibilidad que dieron como resultado que por momentos, los recién llegados parezcan pálidas imitaciones de sus respectivos reflejos de NJPW, sin más rodeos, fueron derrotados limpiamente por la dupla samoana en Raw y golpeados una y otra vez por la Derecha del Súper Hombre de Reigns.
Esta situación molestó muchísimo a los fanáticos quienes veían esto como una “venganza” personal de Vince McMahon hacia los seguidores de la industria independiente, quienes apoyaban a Styles frente al candidato a ser la cara de la empresa.
Otro motivo de la furia de los conocedores fue que Gallows y Anderson (especialmente este último) se veían constantemente débiles frente a unos luchadores que muchos consideran que además de poseer menor talento tienen su momento de gloria en el pasado, y deben dejar el paso a otros que están en mejor posición de llevar la batuta de su división.
En Payback y Extreme Rules Aj Styles y Roman Reigns brindaron luchas con una calidad relativamente alta, no es fácil que alguien con tan poca experiencia para improvisar como Reigns se adapte al estilo de un veterano como AJ, sin embargo las cosas salieron bien, pero siempre con el detalle del final previsible, que es el que todos conocemos.
Ahora que Vince McMahon y su equipo de creativos se encargaron de matar a la credibilidad del Club y AJ Styles, lo mejor sería que pudieran mantener un ritmo de rivalidades con super estrellas del calibre de por ejemplo Kevin Owens o Sami Zayn para poder seguir brindando combates de un nivel alto, que es el propósito por el cual supuestamente los provenientes de Japón están en WWE.
Una rivalidad por el Campeonato en Parejas haría ver bien a Luke Gallows y Karl Anderson, y un reinado como Campeonato Intercontinental revitalizaría el espíritu esperanzado en la fanaticada, quienes dejarían de ver a AJ como una adquisición poco aprovechada y lo comenzarían a ver como algo que puede dar mucho más de sí. Pues que aún hay mucho que hacer, esperemos que WWE también lo sepa y se ponga manos a la obra, ya que Money in the Bank esta a la vuelta de la esquina.