Siempre está en la pomada, pero por un motivo u otro los podios se le escapan. Dani Sordo afronta desde hoy el Rally de Polonia con el firme propósito de culminar un cajón. Llega a la cita polaca en plena forma, tras cinco días ensayando en Finlandia y, aunque no participó el pasado año, cuando sólo acudió a los reconocimientos, casi todo el recorrido es nuevo, por lo que no estará en desventaja. El cántabro ya acabó segundo en esta cita en el año 2009.
“Es difícil saber qué podemos esperar, porque muchas de las especiales serán nuevas”, reconocía Dani. “Son trazados rápidos, similares a Finlandia, pero con gravilla y más estrechos. El equipo estuvo fuerte en Polonia el año pasado y tuvimos un Rally de Italia positivo, así que espero que podamos seguir en la misma línea. Será un rally divertido”, prosigue.
Pero, una vez más, el hombre a batir será Sebastien Ogier, ganador el pasado año en el regreso del Campeonato del Mundo al país de Robert Kubica. El francés volverá a cargar con el lastre de abrir pista durante las dos primeras jornadas, por lo que de nuevo parte en desventaja, pero su superioridad es tal que aún así es el favorito. Ya tiene casi el doble de puntos que el segundo clasificado, Mads Ostberg.
Los otros dos Volkswagen de Jari-Matti Latvala y Andreas Mikkelsen serán los principales rivales de Ogier, aunque en Hyundai están esperanzados tras lograr el podio el pasado año con Thierry Neuville. Los Citroën y Ford de nuevo son una incógnita. Además de Sordo, en Polonia también compiten el español Nil Solans, tercero en el Trofeo Demack Ford, y el andorrano Joan Carchat con el Mitsubishi de ACSM.