Muhammad Ali, quien falleció el último viernes a causa de una infección respiratoria, es un personaje que será recordado por siempre. No solo por los fanáticos del boxeo, sino por todas aquellas personas que luchan a diario para combatir el racismo y los abusos dentro de la sociedad.
Una pregunta que muchos se hacen con frecuencia es: ¿por qué Muhammad Ali decidió dejar de llamarse Cassius Clay? El tres veces campeón mundial de los pesos pesados empezó a competir profesionalmente en la década de 1960, una época donde se levantó una serie de movimientos por los derechos civiles, tanto en Estados Unidos como en varios países de Occidente.
En medio de este escenario, Cassius Clay empezó a sentirse identificado con la Nación del Islam. Una de las principales razones era la intención de cambiar su nombre, como habían hecho varios de sus compatriotas. Al boxeador no le gustaba la idea de llevar el apellido de sus antecesores esclavos.
Fue entonces cuando, tras vencer a Sonny Liston en 1964, Cassius Clay se convirtió a la religión del islam, donde adoptó el nombre de Muhammad Ali. Tres años después se negó a a ser reclutado por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para participar en la guerra de Vietnam, alegando ser musulmán y respetar sus creencias.
“Pregunten todo lo quieran sobre la guerra de Vietnam, siempre les tendré esta canción: ‘No tengo problemas con los Viet Cong, porque ningún Viet Cong me ha llamado un nigger’”, aseguró Muhammad Ali en esa época, ganándose la enemistad del gobierno de Estados Unidos.
La decisión de Muhammad Ali le costó ser tildado de cobarde y traidor a la patria. Incluso, la Comisión Atlética de Nueva York suspendió su licencia para boxear profesionalmente a raíz de esta polémica. Esto, sin contar los numerosos procesos legales que tuvo que enfrentar.
En ese momento, Muhammad Ali optó por recorrer las escuelas de su país para llevar un mensaje de paz y pronunciarse en contra del racismo y la guerra de Vietnam. Esto impulsó a varios deportistas y figuras públicas de le época a seguir sus pasos.
A mediados de la década de 1970, la relación entre Muhammad Ali y el gobierno de Estados Unidos fue mejorando de a pocos. Sin embargo, esto no impidió que el mítico boxeador continuara difundiendo su mensaje de paz, hasta ser recordado como un ícono en su país.
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