Seguramente ahora parezca un drama la marcha de Sergio García, el máximo realizador del Espanyol en las dos últimas Ligas, con 12 y 14 goles, en orden cronológico. Pero la pérdida del ‘pichichi’ es desafortunadamente algo habitual en una institución como la blanquiazul. Hasta el punto de que en los últimos cinco años hasta en cuatro ocasiones ha abandonado el club el jugador que más tantos había anotado la anterior temporada. Y la vida siguió.
Casi tan traumático como el adiós de Sergio García —aunque menos emotivo— resultó en 2011 el de Dani Osvaldo. Había sido el ‘pichichi’ dos cursos seguidos: siete dianas en el 2009-10 pese a llegar en el mercado de invierno y 13 en el 2010-11. A diferencia del delantero del Bon Pastor, además, el ítalo-argentino se marchó no antes de iniciarse la pretemporada sino con ella en marcha, lo que dio aún menos margen para buscarle un sustituto.
De hecho, la temporada siguiente (2011-12), el máximo realizador del equipo fue un atacante llegado en enero, a media temporada: Kalu Uche, quien con seis tantos superó los cinco del propio Sergio García, Joan Verdú, Phillipe Coutinho —quien también aterrizó en el mercado invernal— y Álvaro Vázquez. El nigeriano igualmente se marchó ese verano, en plena estadía en Peralada, al Kasimpasa turco.Y fue Verdú quien en la campaña 2012-13 asumió las labores goleadoras, además de las creativas, con nueve goles y el ‘pichichi’ perico. Circunstancias similares a las de ahora con Sergio se produjeron cuando decidió no renovar: no solo se marchaba un hombre gol, sino un gran asistente y un jugador creativo que movía al equipo. Pero el Espanyol supo sobrevivir y fue precisamente su socio, el del Bon Pastor, el que de repente emergió para completar sus dos mejores temporadas en Primera.
Jhon Córdoba primero, y Cristhian Stuani y Felipe Caicedo después, no pudieron arrebatarle el cetro goleador al capitán. Ahora, entre el uruguayo y el ecuatoriano —a la espera de más delanteros— deberán disputarse el ‘pichichi’ para que la baja de Sergio García se note lo menos posible, como viene sucediendo en el último lustro y más allá.