En una emotiva entrevista para Grupo Multimedios, Latin Lover abrió su corazón y habló sobre la difícil situación que atraviesa José Luis Jair Soria, mejor conocido como Shocker. El Mil por ciento guapo ha enfrentado años de altibajos, luchando contra las adicciones y los problemas de salud. Latin Lover compartió los esfuerzos que realizó para ayudar a su amigo y compañero, así como sus esperanzas y preocupaciones sobre el futuro de la leyenda de la lucha libre mexicana.
“Tuve que mentirle para salvarlo”
Latin Lover reveló uno de los momentos más difíciles de su relación con Shocker: el engaño que usó para internarlo en la clínica de rehabilitación de Julio César Chávez.
“Hace siete meses hubo un acercamiento hacia él, donde tuve que mentirle para llevarlo a internar a la clínica de Julio César Chávez. Hicimos lo que teníamos que hacer, lo que haría cualquier persona que estima y aprecia a un compañero o a un amigo. Porque hay que recordar que a veces la lucha libre es como nuestra segunda familia. Compartimos muchos momentos y, a veces, hasta estamos más tiempo con ellos que con nuestra propia familia de sangre”.
El ex luchador destacó que la decisión de internarlo no fue fácil, pero era necesaria para darle a Shocker una oportunidad real de recuperarse.
“Las oportunidades en la vida son pocas”
Después de seis meses de tratamiento, Shocker logró salir rehabilitado, un logro que Latin Lover quiso resaltar al invitarlo como invitado especial al podcast Luchando por Tus Sueños. Sin embargo, en ese espacio, no evitó confrontarlo con una pregunta contundente:
“Le hice una pregunta que creo que es muy importante: ‘¿Valoras todo eso, Shocker? ¿Crees y puedes asegurar al público, sobre todo a la afición a la lucha libre, que ya no vas a volver a recaer?’ Y me respondió: ‘Yo vivo una vez al día.’”
Latin Lover expresó su preocupación por la fragilidad de la situación y fue claro con su postura: “Ojalá que él esté consciente de que las oportunidades en la vida son pocas. Yo sí se lo dije: ‘Si tú vuelves a caer —y has caído tres o cuatro veces—, al menos en lo personal, yo ya no movería un dedo por ti.’”
El apoyo de la comunidad luchística y la afición
Latin Lover también destacó la solidaridad que Shocker recibió durante su proceso de recuperación, desde la donación de una de sus máscaras más emblemáticas para financiar su cirugía de mandíbula hasta el apoyo logístico brindado por Julio César Chávez.
“La gente compró boletos para ganarse la máscara de Diamante Azul que él donó para su cirugía de mandíbula. Y, obviamente, Julio César Chávez estuvo dándole desayuno, comida, cena, ropa, agua, una cama, un techo donde dormir. Todo esto fue un esfuerzo colectivo.”
Pero no todo queda en el pasado. Latin Lover enfatizó que Shocker tendrá que demostrar que puede sostenerse en pie nuevamente: “Hablé con la licenciada Marisela para ver si se interesaba en incluirlo en algunas funciones de televisión, y la respuesta fue positiva. Él se tendrá que preparar, rehabilitar y volver a entrenar en un gimnasio. Lo que bien se aprende nunca se olvida, y él es uno de los luchadores más completos que conozco.”
Un llamado a la esperanza y al esfuerzo
Aunque Latin Lover expresó su desconfianza tras las recaídas previas de Shocker, no dudó en afirmar que su talento sigue intacto:
“Seguramente, con un par de meses en el gimnasio, y no de pesa, sino de lucha libre, va a poder estar otra vez en el gusto del público.”
Sin embargo, el camino no será fácil, y todo dependerá de la disciplina y compromiso del propio Shocker. Latin Lover concluyó la entrevista con un mensaje esperanzador, pero firme: “Esta es una última oportunidad. Yo espero que él lo entienda y la aproveche.”
Shocker: entre la gloria y la redención
La historia de Shocker refleja la difícil realidad de muchas estrellas de la lucha libre, quienes enfrentan batallas fuera del ring tan duras como las que libran frente al público. Latin Lover, con sus palabras, no solo expone la fragilidad de la situación, sino también el poder de la amistad y el apoyo comunitario.
El “mil por ciento Guapo” tiene ante sí un desafío monumental, pero también la posibilidad de un regreso que inspire tanto a los fanáticos como a sus colegas. La lucha, esta vez, no será en un cuadrilátero, sino contra sus propios demonios.
CIG